NUEVO LAREDO, TAM.- Ante la emergencia sanitaria por el COVID-19 que exige trasladar alimentos y medicamentos, la SCT pide a los gobiernos estatales no sobreregular al autotransporte de carga porque en decenas de ciudades imponen medidas a las empresas transportistas.
De acuerdo a una circular difundida por la CANACAR, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Secretaría de Gobernación exhortaron a través de un oficio a los gobiernos estatales a garantizar el derecho a la movilidad y circulación, para que continúe el desarrollo de actividades esenciales en el marco de la competencia de la SCT, como el transporte de carga, en acatamiento a las medidas establecidas por el Consejo de Salubridad General.
La Asociación Nacional del Transporte Privado y la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) han contabilizado más de 60 ciudades en distintos estados, donde se cobra de 38 mil a 60 mil pesos por contar con permiso de carga y descarga; además de cobros por permisos no especificados.
Eduardo Lozano Guajardo, delegado de la CANACAR en Nuevo Laredo, explicó que la sobrerregulación ha costado mucho al autotransporte de carga porque las empresas de dicho sector han gastado en amparos y en pagar permisos para transitar en las carreteras, a pesar de que el autotransporte de carga es una actividad federal regulada por la SCT.
La actividad del sector transportista es federal, por lo que varios municipios incurren en una sobrerregulación.
El pasado 20 de marzo, el consejo de la CANACAR anticipó daños económicos derivados por el Coronavirus ( COVID-19 ) , como menos ingresos para empresas transportistas y menos traslados de mercancías de importación, y pidió al gobierno federal establecer mejores condiciones para continuar con sus operaciones porque son el sector que posibilita el traslado de medicinas y alimentos a toda la población.
Lozano Guajardo explicó que los daños económicos son un menor número de cruces de mercancías importadas, y en consecuencia, las empresas transportistas registrarán provocará poca demanda del servicio de flete, o traslado de mercancías, lo que disminuirá los ingresos económicos para las empresas transportistas.
También Lozano Guajardo dijo que las empresas transportistas están preparadas para continuar con el servicio de flete para acercar los productos de primera necesidad hacia los consumidores, y de ésta manera garantizar que la cadena de suministro siga sin interrumpirse en éstos momentos de emergencia sanitaria.
Un reporte nacional de la CANACAR indica que aunque sigue abierta la frontera norte entre México y Estados Unidos para el intercambio comercial, sí disminuyeron las operaciones, y en el caso específico de Laredo, Texas-Nuevo Laredo estiman una baja del 17 por ciento.
