NUEVO LAREDO, TAM.- Un año con una Diócesis más unida, familias más integradas en las que reine la paz, es el deseo que externó el obispo Enrique Sánchez Martínez para este 2020.
Para ello, consideró se requiere del acompañamiento de Dios. “Ya que nadie puede solo ser santo, no se puede vivir la vida cristiana solos, necesitamos la ayuda de los Pide Diócesis mayor unidad, armonía y paz demás, de la iglesia y la ayuda divina”, manifestó.
La tranquilidad que se puede vivir en una sociedad, es una acción en la que se debe trabajar, dijo. “Mi deseo es que en este 2020 Dios sea la luz en la oscuridad, el acompañamiento en momentos de soledad, alegría en momentos de tristeza, la calma en los momentos de temor”, comentó.
Destacó que en cuestión de la paz, ha sido a través de los colegios particulares, la manera en como se trabaja en la niñez para fomentar la cultura de la paz. De igual manera hizo un llamado para que la sociedad sea más sensible hacia los migrantes.
“Hay que tomar en cuenta que los migrantes viven una situación difícil, debemos ser sensibles a su llamado de ayuda, ver en ellos el rostro de Jesús como nuestros hermanos que son y ser menos apáticos”, comentó.
Finalmente deseó que en todas las familias reine la esperanza que trae cada año después de la Navidad, al iniciar un periodo nuevo.
