MATAMOROS, TAM.- Aunque asociaciones civiles de México y de Estados Unidos les entregaron cubrebocas y guantes para evitar contagios de Covid-19, la mayoría de los 2 mil 400 extranjeros que está en el campamento de migrantes ubicado al margen del Río Bravo, en Matamoros, no los utilizan.
En un recorrido realizado por EL NORTE se constató que los grupos de migrantes conviven sin respetar la sana distancia y hasta se cortan el cabello al aire libre.
Algunos salen a hacer compras en los supermercados o tiendas de conveniencia sin ninguna protección. A pesar de ello, ninguno de los migrantes ha salido positivo al coronavirus.
“No uso el cubrebocas porque es muy incómodo, me da calor, pero sí cuidamos la distancia”, dijo el hondureño Gabriel, quien ayer junto con otros comió papas asadas que venden dentro del mismo campamento.
El migrante indicó que, aunque las autoridades locales han anunciado el endurecimiento de las medidas para obligar a los ciudadanos a permanecer en aislamiento, ellos siguen saliendo a las calles de manera normal.
Personal médico estadounidense que atiende el campamento señaló que periódicamente se les revisa la temperatura y se les pide que acudan al consultorio móvil instalado en la zona.
Hasta ahora, explicó uno de los médicos, ningún migrante ha resultado positivo al Covid-19.
A algunos de los extranjeros, detalló, se les han practicado pruebas rápidas, que han descartado la presencia del virus.
En el campamento, los migrantes viven hacinados, en casas de campaña de poco más de 2 metros cuadrados.
La Secretaría de Salud de Tamaulipas dejó de operar el módulo de revisión sanitaria que instaló el 18 de marzo afuera de la estación migratoria ubicada en el Puente Internacional Puerta México.