NUEVO LAREDO, TAM.- Este jueves estará en Nuevo Laredo Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, V Arzobispo de la Arquidiócesis de Yucatán.
El motivo de su presencia es presidir una Misa de Acción de Gracias con motivo de su 41 Aniversario de Ordenación Sacerdotal y 20 Aniversario de Ordenación Episcopal.
Es a través de la circular 15/2021 como la Diócesis de Nuevo Laredo informa sobre esta importante visita para la comunidad católica de esta frontera, de la cual Rodriguez Vega fue su segundo obispo.
Este escrito señala lo siguiente: “Si el migrante no es tu hermano, Dios no es tu Padre”. Beato Scalabrini.
“Asunto: Misa de Acción de Gracias para Mons. Gustavo Rodriguez Vega. A todos los Fieles de la Diócesis de Nuevo Laredo
Les envío un cordial saludo en Jesucristo, Nuestro Señor. La gracia del don recibido en el sacramento del orden es un motivo de alegría, no sólo para quien la recibe, sino para toda la Iglesia; por lo que el aniversario de ordenación de un ser querido nos llena aún más de felicidad y orgullo. Con gusto les anunciamos que nuestro querido hermano, Mons. Gustavo Rodríguez Vega, actual Arzobispo de Yucatán y anterior Obispo de esta Diócesis de Nuevo Laredo, nos brindará el honor de celebrar con nosotros sus 41 años de vida sacerdotal y 20 años de ordenación episcopal. Para ello se llevará a cabo una Misa de Acción de Gracias el próximo día 12 de agosto, en la Catedral del Espíritu Santo, a las 7:00 p.m”, indica.
Destaca que esta celebración se efectuará bajo el estricto protocolo de prevención contra el Covid-19 a través de una serie de medidas que se aplican entre los asistentes.
“Esperamos contar con su amable presencia, para lo cual pedimos puntualidad, ya que el aforo permitido para la celebración es del 50% y se deben seguir los protocolos establecidos de higiene, como es el uso obligatorio de cubrebocas, medir la temperatura corporal, utilizar gel antibacterial al entrar, etc”, agrega.
Finalmente en el escrito se exhorta a la comunidad a orar por quien fuera su obispo durante siete años.
“Los invito a orar por nuestro hermano, agradeciendo al Señor por el regalo de su sacerdocio y su episcopado al servicio de la Iglesia. Que Dios Padre derrame sobre él su Santo Espíritu, para que siga creciendo en su amor al Pueblo de Dios, a imagen de Jesús, Buen Pastor, siempre de la mano de nuestra santa madre, la Virgen María de Guadalupe”, concluye.
