CIUDAD DE MÉXICO.-En el día después de su inauguración, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles lució casi vacío, con apenas seis vuelos, tres de ida a Cancún, Mérida y Tijuana y tres de vuelta.
Eran más los curiosos que seguían llegando a conocer la terminal aérea y los obreros con casco y chaleco que siguen construyendo cosas.
Además, a la mitad de los pasajeros de los vuelos de la tarde a Tijuana y Cancún los reprogramaron para el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México porque tuvieron problemas para llegar a la terminal y ya no alcanzaban a abordar.
‘Se supone que íbamos a venir con tiempo para ir al museo del Mamut, pero perdimos más de dos horas dando vueltas porque no hay señalizaciones, terminamos en unos terrenos de cultivo’, contó Javier Rivera Frías, quien volaba a Cancún a las 13:27 horas.