BEIJING, China.- En medio de todos los temores, las cuarentenas y el acopio de comida, ha sido fácil ignorar el hecho de que más de 60 mil personas se han recuperado del coronavirus que se está propagando por todo el mundo.
Pero en la mayoría de los contagiados, el coronavirus deja apenas síntomas leves o moderados, como fiebre y tos, y la inmensa mayoría se recupera.
Según la Organización Mundial de la Salud, los pacientes con casos moderados de Covid-19 se recuperan en unas dos semanas, mientras que aquellos que presentan un cuadro más severo podrían tardar entre tres y seis.
En China continental, donde se detectó por primera vez el virus en diciembre, de las más de 80 mil personas diagnosticadas, más de 58 mil se han recuperado ya.
Como la diferencia en su impacto puede ser tan grande, las autoridades médicas globales tienen la difícil tarea de alertar a la población sobre los peligros del coronavirus sin crear pánico.
Las consecuencias generales del brote han sido abrumadoras: sacudió los mercados bursátiles de todo el mundo; llevó al precio del petróleo a su mayor caída porcentual desde el inicio de la Guerra del Golfo en 1991, e hizo que Italia e Israel impusieran nuevas restricciones ante la cercanía de la Semana Santa.
Pero incluso algunos de los pacientes más vulnerables pueden recuperarse del Covid-19.
Para algunos de los que han estado en cuarentena, la ansiedad y el miedo a ser estigmatizados por amigos, vecinos y compañeros de trabajo les hacen ser reticentes a reconocer incluso el más mínimo impacto en su salud.
Los pacientes entrevistados, todos pasajeros del crucero Diamond Princess que estuvo en cuarentena en Japón, describieron los síntomas como no más graves que los de un resfriado normal o una gripe.
“Ha sido un 2 en una escala de 10”, señaló Carl Goldman, hospitalizado en Omaha, Nebraska, desde el 17 de febrero tras desarrollar una fiebre de casi 39.5 grados Celsius en un vuelo desde Japón organizado por Estados Unidos.
Goldman se mantiene hidratado con Gatorade. Dice que seguía tosiendo más de dos semanas después de caer enfermo, pero probablemente solo habría faltado un día a su trabajo de haber sido diagnosticado con un resfriado o la gripe.
Se mantiene activo caminando por su habitación y trata de cumplir con la rutina que tenía antes del coronavirus de dar 10 mil pasos diarios.
“Comprendo totalmente que aquí es donde necesito estar y que tengo que librarme de esto antes de recibir el alta”, afirmó.
Greg Yerex, quien fue diagnosticado junto a su esposa, Rose Yerex, en el Diamond Princess, contó que no tenía síntomas y que se sentía tan sano como cualquier otro día.
“Si estuviese en casa, estaría haciendo todo lo que hago normalmente”, señaló en una entrevista realizada a través de llamadas de Facebook cuando la pareja estaba hospitalizada en Nagoya, Japón.