NUEVO LAREDO, TAM.- A siete meses del año, solo se han registrado dos muertes por ahogamiento de migrantes en el río Bravo, informó Humberto Fernández Diez de Pinos, director de Protección Civil y Bomberos. Las víctimas fueron localizadas y recuperadas por el equipo de rescate acuático, en coordinación con autoridades estadounidenses.
Esta cifra representa la más baja en los últimos años, según las estadísticas oficiales. En todo 2024 se reportaron ocho muertes; en 2023, nueve; en 2022, diez; y en 2021, hasta 20 personas perdieron la vida intentando cruzar. La tendencia ha ido en descenso, marcando un cambio alentador en la dinámica migratoria de alto riesgo.
Entre los factores que han influido en esta disminución destacan las estrategias preventivas locales, como la colaboración con pescadores de la zona, quienes ahora participan en acciones de concientización en espacios públicos cercanos al río, alertando a los migrantes sobre el peligro del cruce ilegal.
Además, la intensificación de la vigilancia por parte de autoridades estadounidenses en la frontera ha contribuido a desalentar estos intentos, al reducir las oportunidades de paso y aumentar los riesgos para quienes consideran cruzar.
Fernández Diez de Pinos reiteró que se continuará trabajando con énfasis en la prevención, el monitoreo constante y la cooperación binacional para evitar más tragedias en el afluente. “Una vida perdida ya es demasiado; nuestro objetivo es que este año termine sin más víctimas”, concluyó.