Nuevo Laredo, Tam.- ‘¡Qué asco!’, ‘¡Está bien gacho…!’. Son solo algunas de las expresiones que hacen los neolaredenses al pasar por la avenida Eva Sámano y Curillas, en la colonia La Fe, al norponiente de Nuevo Laredo, donde existe una enorme fuga de aguas negras.
Las aguas residuales se derraman sobre la avenida Eva Sámano y la calle Cruillas, que quedan ‘bañadas’ del pestilente y abundante líquido de desecho.
Y es que en Nuevo Laredo existen por doquier fugas de drenaje, que dejan en el ambiente un mal olor que tiene que ser soportado por los ciudadanos.
En algunos casos, como sucede en Eva Sámano y Héroe de Nacataz, donde hay otro abundante derrame de drenaje, el pavimento ya se dañó y ya se formó una mini alberca de agua residual.
Lo mismo sucede en el caso de Eva Sámano y Cruillas, donde ya se tiene un pavimento dañado y donde hay pozos donde se queda estancada el agua residual que seguirá agrandando esos baches.
La fuga de aguas negras está a un costado de la escuela primaria Abdón Rodríguez, varios negocios, restaurantes, un gimnasio, clínicas dentales, una mini pulga entre otros.
Está a una cuadra de la Clínica 76 del IMSS y cerca del centro de salud, del CRI y otras áreas gubernamentales.
Lo que la convierte en una vía primaria y, cuando entran y salen de clases los estudiantes del mencionado plantel, los padres de familia, alumnos y docentes deben respirar los olores desagradables que emanan de esta enésima fuga.
La fuga no se expande más porque una rejilla de drenaje pluvial está captando parte del agua de desecho.