NUEVO LAREDO, TAM.– El presente año ha sido de contrastes para los productores de ganado en la región de Nuevo Laredo.
Durante el primer semestre, la situación fue muy complicada con una sequía muy difícil, que llevó a los productores a comprar alimento y acarrear agua, comentó Felipe Fernández Martínez, ganadero de la ciudad.
“Afortunadamente, para el segundo semestre, la cosas cambiaron radicalmente: hubo mucha lluvia, aunque no fueron torrenciales sí fueron lloviznas constantes que sirvieron para que los campos luzcan totalmente verdes, con pastos renovados. Es decir, mucho alimento para el ganado”, subrayó Fernández Martínez.
Enfatizó que a pesar de esas lluvias, la falta de agua es evidente en las presas internacionales como en las presas y represas de los ranchos, ya que hicieron falta lluvias más fuertes.
Ahora solo queda esperar a que no se presenten heladas tempranas. Eso afectaría a los pastos y obligaría a los productores a comprar alimento, concluyó.