NUEVO LAREDO, TAM.- Dos jóvenes deciden invertir su dinero en un negocio de comida, después de siete meses de prueba, hoy cuentan con un local y un buen número de clientes.
Ese medio informativo, decidido a impulsar de alguna forma a estos emprendedores, entrevista hoy a estos dos jóvenes.
“Estoy por recibirme en la carrera de Mercadotecnia en la Universidad Tecnológica, pero junto a mi amigo hemos iniciado nuestro propio negocio, somos amigos desde siempre, y ahora tenemos un restaurante con la venta de Sushi que es la especialidad y los boneless, a mi amigo le gusta mucho la cocina y sabe la preparación de los alimentos, yo participo con él en lo que se refiere a la mercadotecnia del negocio”, comentó Luis Fernando Flores Morales, quien cuenta con 22 años de edad.
Unieron su dinero y esfuerzos, buscaron que podían vender, y reconociendo que la comida siempre es buscada, decidieron hacer sushi y los boneless, con la idea de hacer un combo con ambos alimentos, añadió.
Ya son ocho meses que iniciaron y la respuesta ha sido muy buena, iniciaron con mucha clientela y no precisamente gente conocida para ellos, sino personas desconocidas que fueron los que le dieron mayor impulso al negocio con la promoción de boca en boca, aseguró.
“Les ha gustado mucho lo que hacemos, eso nos hizo seguir y claro como todo negocio ha habido altibajos, pero ahora que ya contamos con un comedor en Paseo Loma Real entre Tavera y Ramírez Arellano teléfono 8672233871, la clientela ha aumentado, recordamos que nuestra primera inversión fue solo de tres mil pesos y de ahí se fue generado todo, esto significa que desde un principio tuvimos éxito”, concluyó Flores Morales.
Tomás Díaz, estudia administración de empresas en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, dice que su socio y él buscaban algo en que invertir y él le propuso que podrían iniciar en su propia casa.
Esto sería una prueba haciendo comida y ofreciéndola solamente los fines de semana, sacar los gastos y repartirnos el sobrante, comentó Tomas.
“Pero al iniciar la venta de fin de semana, la respuesta fue muy buena, incluso había pedidos entre semana y de ahí surgió la idea de estar haciendo esto toda la semana de inmediato puesto que había ya muchos clientes, les ha gustado y comprobamos que venían no porque nos conocieran sino porque los que producíamos era muy bueno, eso ha sido suficiente para crecer”, afirmó el joven Díaz, quien cuenta con 21 años de edad.
Ahora ya cuenta con un comedor y sienten tener mayores expectativas, este es el comienzo y sus familias están orgullosas de ambos.
Entre los cuatro empleos que generan, también se encuentra uno de sus amigos de siempre al cual consideran un colaborador, se han dado cuenta que ser constante es necesario para seguir adelante, por ello tienen muy presente la siguiente frase, “puede llegar el que sabe esperar”.