NUEVO LAREDO, TAM.- Al confirmarse que la economía nacional se contrajo 18.9 % anual en el segundo trimestre del 2020, el analista financiero Alberto De León Casso dijo que todavía puede hacerse algo para que sea menor la caída en los siguientes trimestres, pero advirtió que el gobierno federal no reacciona.
El dato sobre la caída en la economía mexicana fue publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y es considerado como el peor descenso en la historia.
De León Casso resaltó que es la quinta contracción consecutiva, porque desde el 2019 la economía mexicana está en contracción.
“Ya esperábamos esos números. Estamos en una situación que no habíamos tenido, ni siquiera en 1994 ni tampoco en 2009 cuando fue la influenza.
Pienso que el gobierno federal no ha reaccionado como se necesita, y también he dicho que ésta crisis por la pandemia de Covid-19 es inevitable porque es mundial, sin embargo, el presidente López Obrador debió reaccionar con medidas más fuertes para que el golpe fuera menor.
Todavía puede hacerse algo, pero veo difícil que el presidente cambie de opinión”, argumentó.
El histórico descenso de 18.9 por ciento anual es directamente por los efectos de la pandemia, por la parálisis en todos los sectores económicos y productivos del país durante los meses de marzo, abril y mayo, que fue el periodo de tiempo para la Jornada Nacional de Sana Distancia establecida por el gobierno federal para reducir la propagación de contagios de Covid-19.
De acuerdo a registros históricos, la caída de la economía nacional más cercana al porcentaje de 18.9 % difundido por el INEGI ocurrió en el segundo trimestre de 1995, cuando en el marco de la crisis de ese año la economía se desplomó 8.6 por ciento.
De León Casso dijo que en abril, el presidente López Obrador debió destinar más dinero para programas de ayuda a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), y en cambio, sólo destinaron 25 mil pesos a pequeños comercios o negocios a través de un programa coordinador por el IMSS, pero afi rmó que fue muy poco y se requería de mayor respaldo fi nanciero.
“Fueron 3 meses de inactividad, de cero ingresos, cero productividad. ¿Quién aguanta 3 meses? Por eso muchas pequeñas empresas cerraron y por eso el nivel de desempleo que tenemos hoy en día, tanto en el sector formal como desempleo en el sector informal”, agregó De León Casso