CIUDAD DE MÉXICO.- Visten batas blancas, llevan estetoscopio al cuello, guantes esterilizados e incluso botas de hule, pero sus ropas no sólo se ensucian con sangre, sino también con lodo y estiércol.
Ellos son los médicos veterinarios, los otros encargados del cuidado de la salud durante la pandemia del Covid-19.
Si bien los animales son los pacientes de estos especialistas, que celebran el Día Nacional del Médico Veterinario Zootecnista cada 17 de agosto, su labor contribuye a proteger la salud humana, considera Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
“En salud animal, son los que nos apoyan en la vigilancia, en la prevención y el control de las principales enfermedades infecciosas y también parasitarias”, aseguró el funcionario durante la conmemoración de la efeméride organizada por Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México (FedMVZ).
“También forman parte importante de la primera línea de combate en las enfermedades emergentes”.
En México, estos profesionales están entre los mil 200 inspectores desplegados en aeropuertos, puertos y fronteras para vigilar el cumplimiento de las medidas zoosanitarias, de acuerdo con Javier Trujillo, director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad Animal, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
“Los veterinarios de origen no están formados para proteger la salud humana, (pero) en realidad, a través del tiempo, así lo han hecho”, indicó en la conferencia virtual.
Francisco Suárez Güemes, director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, coincide en la importancia de estos profesionales durante la emergencia sanitaria, que no los detuvo en sus tareas de cuidar a los animales.
Los siete centros de enseñanza de la FMVZ y el Hospital UNAM-Banfield han continuado sus laborales. No las de atención al público, sino las guardias para cuidar a perros, gatos y especies productivas que se encuentran en sus instalaciones, precisó en un comunicado.
Uno de estos recintos es el Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Producción y Salud Animal (CEPIPSA), ubicado en Tlalpan, que resguarda a más de 250 borregos, 210 caprinos y 85 vacas.
“No son mascotas, pero igual nos alegra atenderlos, estar presentes en sus partos y cuando se recuperan de una enfermedad. Lo que hacemos no es un trabajo, nos la pasamos muy bien y, aunque con la pandemia han aumentado los quehaceres, disfrutamos venir”, afirmó Eduardo Cabrera Domínguez, académico de la FMVZ.
Con apoyo del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y Nutrición Animal (CONAFAB), la Máxima Casa de Estudios alista la distribución de comida para ayudar a los cuidadores de mascotas, cuya economía fue afectada por la pandemia.
Suárez Güemes detalla que la FMVZ cuenta con cerca de 30 toneladas de alimento donado para animales de compañía, que distribuirá en las alcaldías que rodean a Ciudad Universitaria (CU).
