NUEVO LAREDO, TAM.- Como ya es una tradición, cada 3 de mayo, las actividades en la parroquia de la Santa Cruz inician con la misa en honor de los trabajadores de la construcción y ayer no fue la excepción.
Fue en punto de las 8:00 de la mañana, cuando el párroco de este templo católico Tomás Barajas Cuarenta empezó la misa en la que estuvieron presentes diferentes empleados, algunos contratistas así como representantes de los diferentes sindicatos de la construcción.
Entre los asistentes se encuentran Socorro y María Mercedes Agostadero Guerra, quienes por tradición familiar asistieron a esta eucaristía, justo el día que su mamá (+) cumple su primer aniversario luctuoso.
“Nosotros como familias siempre hemos venido, aunque mi padre en paz descanse, era ferrocarrilero, él siempre este día venía y como familia estábamos presentes. Ahora ellos ya no están, pero nosotros seguimos viniendo, trayendo las cruces a bendecir y para pedir por nuestro hermano que es arquitecto y ha tenido algunos problemas de trabajo”, comentó María Mercedes.
Por su parte, Francisco Javier, quien durante los últimos 20 años ha dedicado su vida al oficio de albañil, acudió a dar gracias por un año más de trabajo.
“Tengo 20 años de dedicarme a ello y hasta ahorita no he tenido ningún accidente y eso es lo que vengo a agradecer y a la vez a pedir, otro año más de trabajo y salud a Dios”, comentó.
Finalmente el padre Tomas, señaló que por cuestiones de la pandemia de Covid-19 que todavía se vive, es que esta gran celebración tan esperada por los trabajadores de la construcción se efectuó de una manera muy sencilla a fin de evitar riesgos de contagio.
“Quisiéramos hacer más, pero sabemos que por las circunstancias no se nos permite tener eventos expresivos. Ahora con la reapertura de los templos los feligreses han regresado, pero no como debieran, aún faltan más por venir y esto nos limita en todas las actividades en la forma de vivir la celebración”, dijo.
A la feligresía la llamó a ser tan fieles y abnegados como la cruz que cada deben asumir en su vida diaria.
“Ojalá que cada uno de nosotros los creyentes tengamos la oportunidad de seguir a Jesús en la invitación que nos hace a seguirlo todos los días asumiendo nuestra responsabilidad y nuestra cruz de todos los días “, concluyó.
Por último reconoció el gran trabajo que realizan los empleados de la construcción a quienes consideró como constructores de viviendas, pero también de hogares.
