Nuevo Laredo, Tam.– El daño en las calles sigue costándole caro a los ciudadanos.
Vehículos dañados, suspensiones rotas y neumáticos reventados son consecuencia de las alcantarillas abiertas y los baches.
“Caí en un bache enorme y mi llanta quedó inservible. Pedí apoyo al municipio y la respuesta fue que ‘no es su responsabilidad’. Pero, ¿entonces de quién es?”, cuestionó molesto Ernesto Ramírez, un automovilista afectado.
Como él, decenas de ciudadanos han tenido que cubrir de su bolsillo las reparaciones de sus vehículos.
En redes sociales, los afectados han denunciado que algunos baches parecen trampas, pues están cubiertos de agua y es imposible esquivarlos.
“Terminé cambiando la suspensión de mi carro”, lamentó Laura Martínez.
Los habitantes esperan que las autoridades tomen cartas en el asunto y reparen las calles de manera efectiva.