NUEVO LAREDO, TAM.-Aunque este año, las familias de Nuevo Laredo no podrán celebrar en grande el Día de la Pascua, para los más pequeños sigue siendo una celebración llena de colores, juegos y diversión familiar, que incluye la decoración de los tradicionales huevos de pascua.
Para la cultura cristiana ese día es la culminación de las celebraciones más importantes que conmemoran la pasión, muerte y finalmente la resurrección de Cristo.
Según los judíos el cascarón de los huevos de pascua simbolizan el duro corazón del faraón egipcio que no dejaba salir al pueblo hebreo. Para los cristianos representa la resurrección de cristo, sin embargo, esta tradición extranjera se ha vuelto en una de las favoritas de los neolaredenses, tanto para niños, jóvenes y adultos.
La tradición de los huevos de Pascua tiene sus raíces en la cultura germánica antes del cristianismo en la que la coneja simbolizaba a la diosa Ostara, la diosa de la fertilidad, a quien se le consagraba el mes de abril por el inicio de la primavera y era venerada por su gran capacidad de reproducción a quien se le pedía que la primavera trajera abundancia.
La tradición del Día de la Coneja fue introducida en EU por los inmigrantes alemanes.
Sin embargo, en Nuevo Laredo, por ser frontera, las familias acostumbran el festejo de “la coneja”, en donde esconden cascarones de huevos llenos de confeti o harina, después los buscan para quebrarlos en la cabeza de sus seres queridos como una diversión. Cada año, los nativos de Nuevo Laredo acuden a lugares recreativos y festejan, pero este año será diferente, pues tendrán que quedarse en casa debido a la pandemia del coronavirus.