MONTERREY.- La sequía en Nuevo León no sólo ha vaciado las presas y provocado recortes en el servicio de agua potable, sino que también está cambiando el rostro de la ciudad.
Con la vegetación seca por la ausencia de lluvias y por los incendios que a diario se registran, la Ciudad muestra ahora un panorama árido, donde el color verde prácticamente se ha reducido al mínimo.
A pesar de que ya inició la primavera, gran parte de la zona metropolitana luce seca y llena de polvo, lo que también agrava la contaminación del aire.
En el Río Santa Catarina hay grandes áreas secas: el cauce exhibe una transformación en su bosque urbano, con varios tramos con vegetación afectada por la falta de agua.
La buena noticia en el río es que varios árboles nativos están actualmente con brotes por la primavera y aportan su “cuota” verde.
Pero en avenidas principales del área metropolitana ya empieza a ser común observar jardineras secas o sin pasto, como en Constitución, tanto en Monterrey como en Guadalupe. También hay camellones llenos de árboles que aparentan estar cerca de secarse, lo mismo que en varias plazas y parques.
En el Río Santa Catarina hay grandes áreas secas: el cauce exhibe una transformación en su bosque urbano, con varios tramos con vegetación afectada por la falta de agua. [Agencia Reforma]
Múltiples banquetas lucen con polvo, al igual que señales viales no se aprecian por toda la tierra que tienen.
La falta de humedad también está impactando en la proliferación de incendios en lotes baldíos, en cerros y en el Río Santa Catarina, donde son una constante por la combinación de lo seco de la vegetación con el calor y los vientos.
Tan sólo el lunes pasado, alrededor de 32 incendios afectaron al área urbana, 29 de ellos en terrenos baldíos, mientras que hace una semana hubo tres siniestros simultáneos que fueron sofocados en el Río Santa Catarina.
En el caso de la mala calidad del aire, la suspensión de polvos, que se agrava por el suelo muy seco, ha provocado la activación de las cinco alertas ambientales en lo que va del año.
Los sistemas frontales han traído consigo fuertes vientos, que propician el levantamiento de partículas por toda la Ciudad.
