Nuevo Laredo, Tam.- Primero fue la calle abierta la que afectó por semanas al sector restaurantero de la calle Campeche, entre Aquiles Serdán y Lerdo de Tejada.
Luego, cuando finalmente fue reabierto a la circulación este tramo de la calle Campeche, ahora los restauranteros tienen que enfrentar los malos olores emanados por una fuga de aguas negras de una alcantarilla ubicada en Aquiles Serdán y Campeche.
El olor a drenaje es perceptible con solo pasar por el lugar, donde además se localizan una farmacia, un negocio de pollos y diversos lugares de comida.
Los brotes de aguas negras además de los socavones han surgido con mayor fuerza con las lluvias permanentes en Nuevo Laredo.
La calle Campeche ha vivido, en las últimas semanas, afectaciones serias en los ingresos de los restaurantes porque por varias semanas estuvo cerrado un tramo donde hay diversos restaurantes.
Las pérdidas financieras fueron importantes, pues cayeron ingresos de los trabajadores y de los propios empresarios, por el cierre de vialidades que hizo que muchos clientes ya no fueran a visitarlos.