CIUDAD DE MÉXICO.- Durante años, Michelle Rodriguez ha intentado librar una batalla contra la rabia, con la que, si bien construyó una exitosa carrera en Hollywood, plasmándola en sus emblemáticos roles en filmes como Rápidos y Furiosos y Avatar, también acabó hundida.
La actriz, de 43 años, finalmente encontró en las técnicas de sanación y aprendizaje ancestrales de la cultura mesoamericana las herramientas que necesitaba para salir adelante; esto, de la mano del maestro Sergio Magaña.
“Cuando conocí a Sergio estaba en una etapa de mi vida donde la rabia y la negatividad me estaban dominando, y comencé a estudiar miles de religiones alrededor del mundo para cambiarlo, pero ninguna me pegaba tanto y no entendía ni estaba cerca de entender, no conectaba”, explicó la estadounidense, en entrevista telefónica.
En esta época, Michelle se había convertido en una de las artistas más taquilleras de la industria, pero su vida personal se descontrolaba, sumida en adicciones y hasta problemas con la ley.
“Cuando descubrí cuán elaborada y sofisticada era la sabiduría tolteca, y cuán conectada está con todas las religiones con una sabiduría tan completa, que, además, estaba más conectada a mi sangre y cultura nativa, me cambió absolutamente.
“Especialmente me ayudó a erradicar los patrones negativos creados por mi inconsciente, a poder ser consciente de ellos. A mí me pega muy duro el sufrimiento de la mujer, y es como una herida que siempre se me abría, y tenía el corazón completamente cerrado, pero esto cambió mi perspectiva y por eso estoy aquí (en México)”, continuó.
Consciente del bienestar que le aportó, y con ganas de compartir su aprendizaje con el mundo, Michelle se unió al escritor de Las Auténticas Profecías Toltecas, ahora también amigo, para crear una master class que grabaron hace un año en Playa del Carmen, con la que ambos continuarán estas enseñanzas a través de una especie de yoga, denominada Quinn, que conjunta posturas y enseñanzas del México antiguo.
“Viene de posturas de muchos de los que parecían ídolos, muchos hechos en barro que se destruyeron, hasta la del famoso Chac Mool. Son posturas de un tipo yoga que se llama Quinn, que quiere decir ‘protector’, que combinado con respiraciones y enseñanzas es todo. Es el tesoro de México, y realmente casi ningún mexicano ni sabe que existe, y realmente si tú lo practicas”, compartió Magaña.
“¡Te cambia la vibra completamente!”, interrumpió la texana, emocionada. “Es que no es sólo respiración y movimientos del cuerpo, sino estar concentrado y conectado también psicológicamente y tener esa decisión de erradicar las cosas negativas. Son cuatro direcciones, cada una con una secuencia y enseñanza, y se entrelazan con elementos, animales, plantas y hasta dioses”.
El proyecto, que contará con una versión en español y otra en inglés, saldría al mercado este año, prevén, teniendo pendiente el distribuidor. A la par, el dúo pretende también lanzar un nuevo libro en conjunto con el que complementen el método.