CIUDAD DE MÉXICO.- El efecto Renata Zarazúa ocasionó largas filas para verla jugar en la pista del Grand Stand en el Abierto Mexicano de Tenis.
El impacto que ocasionó ayer haberle ganado a la favorita del torneo se notó hoy en la presencia del público que se formó con una hora de anticipación y aún así varios no lograron entrar al encuentro.
En los 20 años del torneo femenil en Acapulco, Zarazúa enfiló dos victorias ante tenistas estadounidenses y lo hizo ante Katie Volynets por 6-4, 7-5, 6-0 para convertirse en la segunda mexicana en la historia en meterse a los Cuartos de Final en el AMT, tras Melissa Torres en 2007.
Zarazúa estaba desarmada del brazo izquierdo, por el que recibió dos asistencias médicas, remontó el segundo set para alargar el encuentro. Contó con el apoyo incesante del público que le cantaba el Cielito Lindo y le alentaba con el “¡Sí se puede, sí se puede!”.
Su oponente bajó el nivel de intensidad y su agresividad. Renata la obligaba a ir por todas en el tercero, la inercia positiva era de la mexicana. El público le celebró una jugada en la que rescató un punto de revés que le exigió llegar a su lado izquierdo para devolverla, un punto que le costó caro a la estadounidense.
La historia de Zarazúa cambió desde el martes por completo después de vencer a la primera sembrada del torneo, la estadounidense Sloane Stephens y ligar dos victorias. Está en Cuartos de Final y se enfrentará a Tamara Zidansek.
Es de las mas bajitas del circuito femenil, 1.60 metros, hoy engrandeció su carrera.
