CIUDAD DE MÉXICO.- La pérdida de hielo del Ártico puede cuadruplicar el consumo de energía que necesitan el oso polar y el narval para sobrevivir, advierte un artículo del Zoológico de San Diego y la Universidad de California en Santa Cruz.
Según la investigación, el calentamiento sin precedentes del planeta provoca una pérdida catastrófica de hielo en el Ártico, una situación que obliga a los osos polares a adentrarse en la tierra, así que pierden acceso al mar.
Si no pueden adentrarse en el agua, no pueden cazar focas, un alimento rico en calorías que consumen. Por lo tanto, deben depender de dietas bajas en calorías.
Un oso polar tendría que consumir 3 millones de arándanos, 216 huevos de ganso blanco o 74 de estas aves para igualar la energía que obtienen de una foca adulta, de acuerdo con el artículo publicado en “Journal of Experimental Biology”.
Al medir la energía que necesitan los osos polares y los narvales para moverse, los científicos de Estados Unidos descubrieron que una gran pérdida de hielo multiplica por 3 o hasta por 4 la energía que requieren, en comparación cuando la cobertura de hielo es normal.
Los osos polares, por lo tanto, son vulnerables a morir de hambre por este aumento de consumo de energía y por la pérdida de acceso a las focas, su principal fuente de alimento.
En el caso del narval, un mamífero marino conocido como el “unicornio del mar” por el colmillo que posee, los investigadores detallaron que algunos ejemplares quedan atrapados debajo del hielo por los cambios impredecibles del hielo del Ártico y la pérdida de espacios para salir a respirar.
Los narvales pueden llegar a pesar casi 2 toneladas y medir más de 5 metros, por lo que su consumo de energía para bucear es elevado. Su nado lento, además, los deja vulnerables a ataques de orcas.
A decir de los científicos, el declive es estos depredadores tope conllevará cambios rápidos en el ecosistema marino del Ártico.
El oso polar (Ursus maritimus) es el más grande de los osos del mundo, pues llega a pesar 590 kilogramos y medir 2.8 metros. Sin embargo, se encuentran en la categoría de “Vulnerable” en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Por su parte, el narval (Monodon monoceros) está “Casi Amenazado”, según este instrumento.