Nuevo Laredo, Tam.- El Ejercicio Sinodal de Evaluación y Proyección, concluyó con una celebración eucarística presidida por Mons. Rogelio Cabrera López, administrador Apostólico de la Diócesis de Nuevo Laredo.
“Sé que su presencia obedece a la causa de Jesús, luego de un caminar largo y de diálogo entre ustedes. La escucha ha sido la razón de ser de esta experiencia sinodal, acto primero que dispone a todo lo que sigue e ilumina los demás sentidos, pues la escucha nos abre el camino de la felicidad. Porque lo primero que necesitamos oír es que nos digan que nos aman en nuestra familia. Dios, antes de decirte qué hagas, te dice ‘Te amo’. Primero la palabra que engendra la fe y después la conducta humana que viene a ratificar la certeza de la palabra”, expresó Mons. Rogelio Cabrera López, como parte de su homilía.
Enfatizó que la escucha es importante porque el oído se puede atrofiar con otros sonidos que nos presenta el mundo y jalan nuestra atención y corremos el peligro de no escuchar y abrir el corazón.
Monseñor se mostró gratamente sorprendido de poder compartir su júbilo con los numerosos grupos, movimientos, pastorales, consagrados, laicos que se dieron cita en este momento tan importante en la vida de la Iglesia Diocesana en Nuevo Laredo.
La atención especial a los adolescentes y jóvenes, propiciando un encuentro con Cristo vivo y resucitado a través del kerigma, así como el acompañamiento y formación a las familias, son las principales líneas de acción que estarán vigentes durante el próximo año 2025 y que guiarán el trabajo de las parroquias y pastorales.
