NUEVO LAREDO, TAM.- Extremar precauciones para evitar más contagios de coronavirus, fue uno de los principales exhortos que realizó ayer el obispo Enrique Sánchez Martínez después de la realización del viacrucis viviente a puerta cerrada en la Catedral del Espíritu Santo para no exponer a la gente.
Consideró que solamente con el autocuidado se podrá terminar esta pandemia que hace un año no permitió estas celebraciones religiosas.
“Este año pudimos hacer esta celebración a puerta cerrada, el año pasado ni siquiera pudimos hacerla, hoy lo hicimos con algunos participantes, con mucho cuidado se pudo transmitir a través del Facebook, nos da la oportunidad a mucha gente que nos siga a través de redes sociales lo estuvieron viendo casi todas las parroquias de nuestra Diócesis”, explicó.
Dijo que por cuestión de la pandemia, las autoridades de salud no les permitieron que estas representaciones se efectuarán por las calles aledañas a las diferentes parroquias.
“No pudimos hacerlo en las calles no es conveniente todavía, la normatividad del estado no nos lo permitió. La misión de la iglesia es hacer conciencia en la gente que para poder vivir los momentos difíciles necesitamos partir de la fe en Dios que se manifiesta en Jesús y esa lo que nos da a las personas la esperanza de luchar de esforzarnos, hasta de salir de momentos críticos se nuestra vida como enfermedades, fracasos y aspirar a algo más”, consideró.
Indicó que contrario a lo que mucha gente pensaba que a raíz de la pandemia, la gente no iba a regresar a los templos y no es así.
“Realmente nunca tuve esa duda. Los obispos de México hicimos una encuesta sobre eso y la gente tiene necesidad de regresar lo hemos estado viendo en esta semana santa, la gente quiere regresar a la eucaristía, la misa, quiere vivir esa espiritualidad cristiana. Si bien estuvimos confinados más de un año, la gente nunca dejó su iglesia. En general hay ese sentido de Dios”, concluyó.
