NUEVO LAREDO, TAM.- El Padre Ángel Adolfo Rivera Montoya, ordenado como sacerdote la semana anterior, fue ubicado en la Iglesia de Guadalupe en la vecina Ciudad de Anáhuac, Nuevo León, donde permanecerá por dos meses, mientras monseñor Enrique Sánchez Martinez, decide en qué iglesia hará su base para apoyar a los feligreses del área a donde sea redirigido.
“Ahí permanecerá algunos meses, y después yo lo trasladaré a otro lugar donde se tenga la necesidad de sacerdote. Por lo pronto estará ahí terminando ahorita su establecimiento después de su ordenación, y ya posteriormente será removido a otra parroquia”, explicó el Obispo Enrique Sánchez.
Así mismo reconoce monseñor Sánchez Martínez, que siguen teniendo una falta de por lo menos diez padres, para poder cubrir todas las parroquias que pertenecen a la Diócesis de Nuevo Laredo, que abarca varias ciudades aledañas a Nuevo Laredo.
“Somos, en este momento, aproximadamente 52 sacerdotes nominales, pero activos son 45 sacerdotes. Fácilmente, si tenemos unos diez sacerdotes más, fácilmente los ocuparemos en ayuda para las parroquias. Ya que en algunas, por la extensión de población, son necesarios dos párrocos por iglesia”, explicó.
Para concluir, precisó que para el mes de agosto se estarán ordenando otros dos diáconos, que de igual forma pasarían a ocupar de manera definitiva alguna de las parroquias que están con necesidad de un sacerdote. Al igual que para el año 2023, se estarían ordenando otros 4 diáconos como sacerdotes.
