CIUDAD DE MÉXICO.-Autor de fotografías icónicas de la historia reciente de México y testigo de ojo privilegiado y poético, el fotógrafo Marco Antonio Cruz falleció este viernes a causa de un infarto cuando viajaba en bicicleta.
Artífice de varias de las imágenes más perdurables del sismo de 1985, del levantamiento del EZLN y de la vida cotidiana en las calles de esta capital, Cruz dejó una obra fotográfica que resulta, a la vez, documental e íntima.
Ante la noticia de su fallecimiento, el fotógrafo fue recordado en redes sociales, precisamente en Viernes Santo, con una de sus obras más icónicas: una imagen en blanco y negro con los pies de Judas ahorcado en primer plano y detrás una panorámica de Iztapalapa.
Nacido en Puebla, en 1957, fue discípulo de Héctor García, fundador del diario La Jornada y director de la agencia fotográfica ImagenLatina. Actualmente se desempeñaba como coordinador de fotografía de la revista Proceso.
Los medios de comunicación en los que colaboró, instituciones culturales, periodistas y amigos lamentaron su muerte y elogiaron una carrera de más de 40 años.
“Sabía que, para ser fotógrafo, hay que mirar y saber mirar (…) La crónica visual de finales del siglo XX y principios del XXI pierde a uno de sus más sensibles autores. Lamentamos su partida. Nuestras condolencias a su familia”, lamentó Cultura UNAM en su cuenta de Twitter.