CIUDAD DE MÉXICO.-El caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa cambió la vida no solamente de los familiares que desde la noche del 26 de septiembre de 2014 no ven a sus seres queridos, sino la de un país entero.
Andalusía Knoll Soloff, periodista independiente, realizó reportajes sobre la comunidad y el peregrinaje de los familiares en búsqueda de los normalistas. Ahora, la historia la llevó a la novela gráfica Vivos se los llevaron.
En coautoría con los ilustradores Marco Parra y Anahí H. Galaviz, Knoll Soloff publicó el libro editado por Penguin Random House para explicar este episodio trágico en la vida nacional a una audiencia internacional.
Y aunque la novela gráfica está basada y documentada en más de 80 entrevistas, la autora neoyorkina radicada en Ciudad de México buscó mostrar otros aspectos de la realidad, como las emociones de los familiares y el paisaje guerrerense.
“Ayotzinapa cambió al País y a mí me cambió la vida. Como reportera me enseñó muchas cosas, tanto como ser una periodista que acompaña el dolor de las personas”, expresó Knoll Soloff.
“Es un caso que nos puede enseñar mucho: cómo funciona la desaparición forzada, cómo funcionan las mentiras del Gobierno, por qué Guerrero, por qué Ayotzinapa”.
La novela comienza cuando Knoll Soloff recibe un mensaje sobre una matanza ocurrida dos días antes en Ayotzinapa.
Luego viaja a Tixtla, Guerrero, donde María de Jesús Tlatempa, madre de José Eduardo, uno de los desaparecidos, la recibe en su hogar para contarle cómo se fue enterando de lo ocurrido.
“Hay que examinar la historia de lucha y violencia en Guerrero. ¿Por qué es necesario tener una escuela como Ayotzinapa?, ahí puedes entender sobre la pobreza, las comunidades marginales, la represión contra estudiantes”, dijo.
“Y la necesidad de tener una escuela gratuita, porque muchas personas no alcanzan a pagar el pasaje para ir a una escuela como la Universidad Autónoma de Guerrero”.
Con el libro, la autora también busca concientizar a los lectores sobre uno de los casos más graves de desaparición forzada.
“Muchos dicen, ‘ay, si sus hijos ya están muertos, ¿por qué los buscan?’. (Busco) generar empatía hasta en sus propios vecinos y sus propios familiares, porque hay quienes los critican”, contó.
“Pero leyendo el libro, mínimo pueden entender por qué los padres siguen buscándoles, por qué tienen la esperanza de encontrarlos vivos y siguen exigiendo al gobierno que los busquen”.
