“Por supuesto”, dijo Rodgers. “Matt está un poco malhumorado en este momento. Cuando descanse un poco, estará de mejor humor. Hablaremos sobre del juego aéreo un poco más”.
Si bien ese comentario fue claramente irónico, no hay duda de que Rodgers y los Packers serán la atracción principal en el Tottenham Hotspur Stadium. Los Giants jugaron en el primer partido de la temporada regular de la NFL en Londres en 2007 y repitieron la visita en 2016.
Pero como señaló LaFleur, este podría ser un duelo de ataques por tierra de ambos equipos. Saquon Barkley lidera la liga en yardas terrestres, mientras que la ofensiva de los Packers se ha construido en gran medida alrededor del dúo de running backs Aaron Jones y A.J. Dillon esta temporada.
“Nuestros corredores son dos de nuestros mejores jugadores, así que tenemos que involucrar a esos muchachos”, afirmó LaFleur después de llegar al hotel de lujo del equipo, ubicado en el área campirana al noroeste de Londres. “Si uno mira la situación de la defensiva de Nueva York, es una de las mejores. Tanto en zona roja como en terceras oportunidades. Por lo tanto, el juego terrestre puede aliviar algo del estrés que se le impone en esas situaciones si uno no corre con el balón de manera efectiva”.
Los Packers y los Giants llegaron el viernes por la mañana, lo que significa que sólo tienen dos días para acostumbrarse al desfase horario y la diferencia horaria. Rodgers, cuyo hábito de viajar a diferentes países en la temporada baja ha sido bien documentado, dijo que le habría encantado volar antes.
“Muchos de los que amamos viajar esperábamos un despegue el lunes para poder disfrutar un poco la comida y la cultura y tal vez de un partido de la Liga Premier”, señaló Rodgers. “Pero de cualquier manera, estamos emocionados de estar aquí”.
