BERLÍN.- Varios grupos judíos, políticos y una alianza de agrupaciones de la sociedad civil planean una ceremonia de homenaje y una marcha de protesta en contra de un concierto de Roger Waters la noche del domingo en Fráncfort.
Acusan al cofundador de Pink Floyd de antisemitismo, señalamiento que él rechaza.
Waters también ha desatado su molestia por el apoyo que ha brindado al movimiento BDS, el cual pide boicots y sanciones en contra de Israel.
En un principio, las autoridades habían tratado de evitar el concierto, pero Waters impugnó con éxito esa medida en un tribunal local.
El concierto se llevará a cabo en el Festhalle de la ciudad, en donde más de 2.700 judíos fueron rodeados, golpeados y abusados por los nazis en 1938, y posteriormente fueron enviados a campos de concentración.
“Es muy frustrante” que el concierto continúe conforme a lo planeado, a pesar de que las autoridades de Francfort y muchos otros trataron de impedirlo, dijo Elio Adler, director del grupo judío WerteInitiative, el cual está a favor de la protesta.
“Sus palabras e imágenes propagan el odio a los judíos y son parte de una tendencia: normalizar el odio a Israel bajo la protección de la libertad de expresión o artística”, añadió Adler.
La semana pasada, la policía de Berlín anunció que habían abierto una investigación en torno a Waters bajo sospecha de incitación debido al disfraz que utilizó durante su actuación en la capital alemana a principios de este mes.
Imágenes publicadas en redes sociales mostraban a Waters disparando una ametralladora de imitación mientras estaba vestido con una gabardina negra y con un brazalete rojo. La policía confirmó el inicio de la investigación bajo sospecha de que el contexto del disfraz podría constituir una glorificación, justificación o aprobación al regimen nazi y, por lo tanto, un disturbio a la paz pública.