AUSTIN, Texas.- El gobernador de Texas, Greg Abbott, eligió a un viejo aliado que estuvo al frente del proceso electoral en el estado en 2022 para desempeñarse temporalmente como fiscal general, luego de que al republicano Ken Paxton se le inició un histórico juicio político por acusaciones de delitos y comportamiento indebido.
John Scott, quien dejó el cargo de secretario de Estado de Texas el año pasado, asumirá como el abogado principal del estado de forma interina en lo que Paxton aguarda su juicio en el Senado, el cual podría resultar en su salida permanente. El juicio iniciará a más tardar el 28 de agosto.
La Cámara de Representantes del estado aprobó el juicio político contra Paxton la semana pasada, lo que detonó su suspensión inmediata del cargo.
Abbott ha permanecido en silencio sobre el caso de Paxton una semana después de que los representantes republicanos abrieron el proceso. El gobernador anunció la designación de Scott en un comunicado en el que no se hizo mención de Paxton o de las acusaciones en su contra.
“John Scott tiene los antecedentes y experiencia necesarios para intervenir de forma interina a corto plazo como fiscal general durante la suspensión del fiscal general”, dijo Abbott.
Scott ha sido un confiable aliado de Abbott durante más de una década. Se desempeñó como abogado estatal cuando Abbott fue fiscal general del estado, y cuando el candidato designado por Abbott para desempeñarse como secretario de Estado de Texas en 2019 fue rechazado por una revisión fraudulenta del padrón electoral, el gobernador recurrió a Scott.
En su momento, la designación causó alarma entre los grupos de derecho al voto debido a que Scott fue miembro durante un breve periodo del equipo legal del presidente Donald Trump que impugnó los resultados electorales de 2020. Scott se retiró del caso apenas unos días más tarde y ha dicho que no disputa que el presidente Joe Biden ganó los comicios.
Paxton resistió años de escándalos y conservó el apoyo de su partido para ganar tres contiendas estatales por la fiscalía general, hasta que la votación en la cámara baja, de mayoría republicana, lo sacó repentinamente del cargo.
Tras varios meses de investigaciones, la cámara le formuló 20 cargos, entre ellos obstrucción de la justicia, soborno y abuso de confianza.
Paxton ha dicho que el juicio político es un intento de “anular la voluntad del pueblo y privar de sus derechos a los votantes de nuestro estado”. Afirmó que los cargos se basan en “rumores y chismes que repiten denuncias refutadas hace tiempo”.
Los senadores estatales fungirán como “jurados” en el juicio de Paxton, uno de los cuales podría ser su esposa, la senadora Angela Paxton, quien no ha dicho si participará en el proceso.
Durante su año como jefe electoral de Texas, Scott estuvo encargado de tratar de darles confianza a los votantes sobre los resultados de la elección y su capacidad para votar después de que los republicanos aprobaron una nueva ley de votación. Esas labores tuvieron un inicio turbulento durante las primarias, debido a que los votantes tuvieron problemas para sortear los nuevos requerimientos de voto por correo, lo cual resultó en el hecho de que los condados descartaron casi 23.000 votos anticipados.