TIFLIS, Georgia.- Georgia suspendió por cuatro años las conversaciones sobre su solicitud para incorporarse a la Unión Europea, dijo el jueves el primer ministro del país, en vista de lo que describió como “chantaje y manipulación” por parte de algunos políticos del bloque. Su anuncio enfureció a la posición y provocó una nueva ola de protestas.
La declaración de Irakli Kobakhidze se produjo horas después de que fuera reelegido para el cargo por miembros del partido gobernante Sueño Georgiano tras su controvertida victoria en las elecciones parlamentarias del mes pasado, que han provocado protestas y un boicot al parlamento por parte de la oposición.
La elección del 26 de octubre fue considerada por muchos como un referéndum sobre las aspiraciones del país de unirse a la Unión Europea. La oposición dijo que la votación fue manipulada bajo la influencia de Rusia, que busca mantener a Georgia en su órbita, y declaró un boicot al parlamento.
Observadores electorales europeos dijeron que los comicios tuvieron lugar en un ambiente divisivo marcado por casos de soborno, doble votación y violencia física.
La Unión Europea anunció previamente que las conversaciones sobre la adhesión de Georgia al bloque se detuvieron de facto debido a su retroceso en la democracia.
En la declaración del jueves, Kobakhidze dijo que, aunque el país seguirá con su solicitud para incorporarse al bloque, “no pondrá en la agenda el tema de iniciar negociaciones con la Unión Europea sino hasta finales de 2028”.
“Además, rechazamos cualquier subvención presupuestaria de la Unión Europea hasta finales de 2028″, añadió.
Miles de manifestantes salieron a las calles luego del anuncio de Kobakhidze y se congregaron afuera del edificio del Parlamento en Tiflis. También se reportaron protestas en otras ciudades del país.
Horas antes, el Parlamento Europeo adoptó una resolución donde condena la votación parlamentaria georgiana del mes pasado por no ser ni libre ni justa, y por representar otra manifestación del continuo retroceso democrático del país “del cual el partido gobernante Sueño Georgiano es totalmente responsable”.
Los legisladores del bloque instaron a repetir la votación parlamentaria en el plazo de un año bajo una exhaustiva supervisión internacional y por una administración electoral independiente. También llamaron a la Unión Europea a imponer sanciones y limitar los contactos formales con el gobierno georgiano.
“Continuaremos en nuestro camino hacia la Unión Europea; sin embargo, no permitiremos que nadie nos mantenga en un estado constante de chantaje y manipulación, lo cual es totalmente irrespetuoso para nuestro país y nuestra sociedad”, dijo Kobakhidze. “Debemos mostrar claramente a ciertos políticos y burócratas europeos, que están completamente desprovistos de valores europeos, que deben hablar con Georgia con dignidad, no a través del chantaje y los insultos”.
El primer ministro georgiano denunció lo que describió como una “cascada de insultos” de los políticos del bloque, y acusó que “las personas malintencionadas de nuestro país han convertido al Parlamento Europeo en un arma contundente de chantaje contra Georgia, lo cual es una gran desgracia para la Unión Europea”.