CIUDAD DE MÉXICO.- En Estados Unidos, el servicio postal es suficientemente confiable para que el 35 por ciento del padrón envíe su voto anticipado para la elección presidencial de noviembre y para que el Censo 2020 se realice por correo.
En México, en cambio, ni el servicio más básico funciona: las cartas no llegan ni pasados dos meses o más.
A pesar de que en este 2020 recibió de presupuesto 5 mil 420 millones de pesos y durante los últimos cinco años el Gobierno federal le ha destinado más de 4 mil millones de pesos anuales, Correos de México agoniza.
Los avances tecnológicos que han vuelto obsoleto el envío de cartas, la competencia con empresas privadas y el mal servicio que desde hace años ofrece han acelerado en los últimos tiempos la decadencia del Servicio Postal, después de más de 400 años de operar en el País.
En recorridos por oficinas de las áreas metropolitanas de Monterrey, CDMX y Guadalajara se constató que no se ha hecho nada para dar una mejor prestación del servicio o modernizar en algo las operaciones.
Correos de México falla hasta en la entrega de cartas, que tardan -según un ejercicio periodístico- más de dos meses en llegar o no llegan.
En el recorrido de EL NORTE por las instalaciones principales de Correos en el área metropolitana, en al menos tres de éstas se constató que parte del mal servicio se debe a que no hay personal suficiente y no se jerarquiza o se da prioridad a la correspondencia, que, además, está regada en el suelo.
También se detectó que la mayoría de los vehículos para trasladar el correo se encuentra varada en las oficinas, porque no funcionan.
Los propios empleados reconocieron que ni las instalaciones son adecuadas, ni hay suficiente personal para cumplir y hacer un buen trabajo.
“La realidad es que éste es un problema que ya tiene varios años”, expresó una empleada que dijo llamarse Lorena.
“No’mbre y cállate, en diciembre está peor (la acumulación de paquetes). No nos damos abasto, es un caos”.
En las oficinas de Correos en la Avenida Revolución y Chapultepec, en Monterrey, la paquetería está dispersada en sillas, escritorios, el mostrador y hasta en el suelo.
En otra, ubicada en San Pedro, en las Avenidas Alfonso Reyes y Bosques del Valle, tienen costales de cartas y paquetería regados en el piso dentro y fuera de una bodega.
Clientes entrevistados en la oficina que está en la calle Washington, en el Centro de Monterrey, señalaron que continúan enviando cartas y documentos porque Correos de México es más seguro y barato.
Sin embargo, coincidieron en que el servicio es muy tardado.
Para conocer el tiempo que demora una carta en llegar, EL NORTE realizó un ejercicio periodístico que consistió en enviar correspondencia de Monterrey a municipios del área metropolitana, a municipios rurales y a Estados Unidos.
Al cumplirse ayer dos meses de que se enviaron las cartas, es fecha que ninguna ha llegado a su destino.
