Nuevo Laredo, Tam .— Familiares de Jesús Fernando Cruz Flores, asesinado de un balazo por militares el pasado 26 de abril, exigen se haga justicia y los soldados que perpetraron el crimen sean llevados a prisión y la Secretaria de la Defensa Nacional se haga responsable, ya que dejo a dos niñas huérfanas.
De 25 años, y oficio albañil, Jesús Fernando andaba con sus amigos el pasado viernes en una camioneta Ford Edge color gris cuando en Jesús Carranza y Maclovio Herrera, personal militar choco intencionalmente contra la unidad y cuando el bajo, dispararon, asesinándolo.
Su padre, Juan Fernando Cruz, manifestó “pues él se bajó bien tranquilo por atrás (de la camioneta) para ver quien los había chocado y lo asesinaron, yo sentí muy feo cuando me avisaron, venía saliendo yo de trabajar cuando me avisaron hombre, ve a ver a tu hijo dicen que está tirado allá”.
Agrega que Jesús Fernando estaba casado, y dejo huérfanas a dos niñas, una de 5 años y otra de seis. “Pues ella (su nuera) qué va a hacer con dos niñas, ¿verdad? Y pues es lo que pido al Presidente Andrés Manuel López Obrador, para que la apoye y se haga justicia”.
El afligido padre de familia manifestó que “no es la primera vez, señor Presidente, que los militares cometen asesinatos en Nuevo Laredo, ellos vienen a cuidarnos y solo llegan a hacer sus desastres, quiero su apoyo y que se haga justicia, que los soldados que mataron a mi hijo, sean detenidos”.
El cuerpo de Jesús Fernando fue inhumado este viernes. Acompañado por su familia, padres, esposa, hijas, sobrinos y vecinos, quienes lo recuerdan con cariño por tratarse de un joven que se llevaban bien con todos.
Fue el pasado viernes, 26 de abril, cuando Jesús Fernando Cruz Flores, andaba con varios amigos, descansando y tomando cervezas.
De improvisto y sin motivo alguno, personal militar bajo el mando del Teniente de Caballería Carlos Iván Fernández Barriga, decidieron “interceptarlos”. El soldado que conducía la patrulla de SEDENA número económico 0916548, choco por detrás la camioneta en que iba el joven padre de familia y sus amigos.
Cuando los jóvenes bajan de la camioneta, los militares disparan y asesinan a Jesús Fernando. De los amigos que lo acompañaban, solo uno fue detenido por unos minutos por los soldados, que lo dejaron en libertad, amenazándolo para que se retirara y no dijera nada de lo sucedido.
Roberto Robles, testigo sobreviviente señaló a los militares de haberles disparado sin motivo alguno.
Otro testigo, el paisano Mario Reyna, víctima colateral, declaro que al estar haciendo alto en Jesús Carranza y Maclovio Herrera en su carro Toyota Corola, acompañado de su madre, Sara Rivera, de 88 años ““no escuche nada, ni sirenas, solo el golpe y luego oí los disparos, viendo que una persona caía al suelo, dos corrieron, pero a uno lo detuvieron los militares y lo interrogaron y lo dejaron libre, no entiendo porque”.
En su Informo Policial Homologado rendido ante la Fiscalía General de la República, el Teniente de Caballería Carlos Iván Fernández Barriga falseó los hechos, asegurando que iban “persiguiendo la camioneta, que al notar la presencia de personal militar mostró una actitud evasiva”. Asegura no saber quien disparo y niega que fuera el personal militar bajo su mando.
La autopsia realizada revela que Jesús Fernando ni estaba drogado ni había disparado, al salir negativa la prueba de Rodizonato de Sodio.
“Exigimos justicia, le pido al presidente Andrés Manuel López Obrador su intervención para que los asesinos de mi hijo, los soldados que le dispararon, sean castigado, que el crimen no quede impune”, asevero el padre de la víctima, Juan Fernando Cruz.