ROMA.- El Gobernador de Sicilia ordenó, a partir de este lunes, el cierre de todas las residencias de inmigrantes en la isla como parte de un rechazo de las regiones italianas a los desplazados a causa de los recientes aumentos en la cifras de Covid-19, semanas antes de que los colegios vuelvan a abrir.
Si bien algunos inmigrantes sí han dado positivo a coronavirus -debido a que la mayoría no ha contado con los recursos para guardar cuarentenas o dejar de trabajar-, la mayoría de los casos han sido identificados en vacacionistas que han ocupado los principales centros turísticos del mar Mediterráneo, como la isla italiana de Cerdeña.
Al corte del sábado, Italia registró mil 71 infecciones nuevas, el aumento diario más alto desde mediados de mayo.
La región de Lazio, donde está incluida Roma, superó ayer a Lombardía como la zona con el mayor acumulado de transmisiones diarias, debido a que los viajeros que regresaron a sus hogares se sometieron a pruebas de Covid-19 en los aeropuertos del área metropolitana capital.
En Europa, gran parte de los más recientes contagios estuvieron relacionados con turistas procedentes del extranjero, como los que arribaron a España, Malta, Grecia y Croacia. Estos vacacionistas deben someterse a tests diagnósticos dentro de las 48 horas posteriores a su entrada en Italia, ya que los referidos países han dado cuenta de repuntes importantes en sus conteos epidemiológicos.
Muchos casos se han rastreado en Cerdeña -lugar desde el que un gran número de visitantes toma transbordadores con dirección al continente italiano-, razón por la que las autoridades de Lazio instalaron una base de aplicación de examinaciones clínicas.
Nicola Zingaretti, Gobernador de Lazio, pidió a su homólogo de Cerdeña que aplique a los vacacionistas pruebas antes de que éstos zarpen o vuelen hacia el continente.
Por su parte, en Sicilia, las determinaciones del Gobernador Nello Musumeci harán que se exija que todos los migrantes que llegan a la isla por vía marítima sean trasladados y aislados centros de atención.
Además, el gobernante regional estipuló que el procesamiento de solicitudes de asilo sean temporalmente suspendidas. Esta orden estará vigente hasta el 10 de septiembre.
Sin embargo, Musumeci reconoció que su decisión podría ser impugnada en tribunales debido a que las políticas migratorias están a cargo del Gobierno nacional italiano, no de los mandos regionales.
Ayer, de las 48 infecciones confirmadas en Sicilia, 16 fueron identificadas en desplazados.
Pese a que en los últimos años casi todos los migrantes que llegaban a Italia por mar fueron rescatados por grupos humanitarios, cargueros o buques militares, este año casi el 80% de estas personas -la mayoría provenientes de Túnez- llegaron por su propia cuenta.
Muchos han desembarcado en la isla de Lampedusa, cuya capacidad de recepción de migrantes está peligrosamente sobrepoblada.
En este contexto, Italia ha comenzado a confinar a los desplazados que han arribado a bordo de barcos fletados.
“No puedo pedirle a nuestra gente que mantenga una distancia (segura), use máscaras y tome otras medidas mientras el Estado reúne a la gente en dos habitaciones”, expuso Musumeci en referencia a los migrantes.
Vincenzo De Luca, Gobernador de Campania, a la cual pertenece Nápoles, planteó la posibilidad de que si las cifras de contagios diarios se vuelven “alarmantes”, se pedirá al Gobierno central que se restablezcan los límites para viajar.
