MADRID.- El ariete del Galaxy, Javier Hernández, aseguró que la depresión que le generó la muerte de su abuelo en el 2020 y la pandemia por el Covid-19, fueron clave para que tuviera un primer año para el olvido en Los Ángeles.
“Asumí la responsabilidad de mi vida. En cierto modo, estaba enojado con la vida. ¿Por qué te llevaste a mi abuelo? ¿Por qué ocurre el coronavirus? ¿Por qué, por qué, por qué? Y luego cambié. En lugar de por qué están sucediendo estas cosas, es por qué me están sucediendo a mí.
“¿Qué puedo sacar de todas esas cosas para poder mejorar, para poder crecer? Eso es responsabilidad. Es más difícil ser la mejor versión de ti mismo. Es más difícil que permanecer en tu zona de confort”, declaró Javier Hernández al sitio Sports Illustrated.
Tomás Balcázar, abuelo del “Chicharito” falleció el 26 de abril de 2020 a los 88 años.
Para salir del bache anímico en el que se encontraba, el futbolista que comenzó con un plan de preparación física, nutricional, mental y hasta de artes marciales. Además, el máximo anotador de la Selección Mexicana, señaló que exhibir sus sentimientos, le ayudó a salir adelante.
“Yo lloro mucho. Lloro de felicidad. Lloro de rabia. Lloro por lo que sea. Es una expresión que tengo, y con el tiempo me preocupé porque la sociedad te dice que eso es debilidad, de lo que me di cuenta es que la gente piensa que es muy fácil criticar a alguien que se está exponiendo.
“Creo que necesitas tener huevos para exponerte. No me estaba dando crédito a mí mismo. Cuando te muestras, es más valiente que simplemente reprimirte “, abundó.
Hernández debutó con un doblete que le dio la victoria al Galaxy sobe el Inter de Miami. El tapatío logró, en ese juego, la misma cantidad de dianas que hizo en todo el 2020.
“Es un deporte y, por supuesto, existe esa presión. Por supuesto que fuimos a jugar para la afición. Queremos ofrecer a los aficionados lo mejor que podamos. Es obvio. Siempre ha sido así y este país lo tiene. No tengo nada más en la mente”, concluyó el mexicano a SI.
