NUEVO LAREDO, TAM.- A pesar de que durante su vida trajo al mundo a diez hijos, actualmente solo una de ellas la ve ocasionalmente, el resto de sus días está sola.
Precisamente en los días, cuando se predica el acercamiento entre las familias, la unidad, el amor y cariño, al conocer el estado en que vive Elenita Reyes, de 79 años de edad, lo hace a uno pensar en lo relativo de esas palabras.
Ahí en una casa de interés social, que para ella sola le parece enorme, pasa estos fríos días, sin compañía alguna, lamentándose con las personas que se acercan a dejarle algún alimento, ropa o sencillamente compañía, del abandono en que la tienen sus hijos.
“Me siento tan sola, que de improviso me dan unas ganas enormes de contar con un hermano o hermana, alguien con quien platicar y convivir, pero desafortunadamente estoy sola en el mundo, de mis diez hijos, solamente una de mis hijas es la que veo de vez en cuando, y eso tengo que ir a buscarla a su casa, porque a pesar de que ella tiene un vehículo no viene a buscarme”, afirmó Elenita.
Algunas personas este día le llevaron algunas cosas, entre ellas una gorra de colores que de inmediato se puso y que dijo le había gustado mucho, porque además le cubriría su blanca cabecita del frío.
Otros le dejaban algunas monedas, mismas que ella agradecía con lágrimas en los ojos, y dando al mismo tiempo bendiciones a sus bienhechores.
Estos días que según muchas personas son para la reflexión de los actos durante todos el año, deberían de servir para los diez hijos de Elenita y acordarse de su señora madre, que los trajo al mundo, los alimentó, los cuidó, los vistió, los educó y sobre todo les dio cariño, intentar devolverle algo de lo mucho que les regalo.
