TORREÓN.-En ceremonias separadas y casi simultáneas, José Ángel, el alumno de primaria de 11 años que causó la tragedia del viernes en el Colegio Cervantes para luego suicidarse, y María Assaff Medina, maestra que murió por los disparos del niño, recibieron ayer un doloroso adiós.
A las 9:00 horas, en la funeraria de Torreón en la que fue velado desde el sábado, inició la misa por el estudiante de sexto de primaria, descrito como de buen comportamiento y calificaciones sobresalientes.
El sacerdote destacó la paz en su mensaje ante casi 100 personas, entre ellas la abuela paterna, que en todo momento mostró una actitud tranquila.
José Ángel vivía con sus abuelos paternos porque desde hace años murió su mamá.
“Que la paz esté con ustedes, la necesitan”, dijo el sacerdote. “Es muy necesaria para entender este hecho. Ahorita no caben las preguntas ni las respuestas, hay que tener paz”.
Después de la misa, el cuerpo fue subido a una carroza y entre arreglos florales con mensajes de ex compañeros como “Ahora eres un ángel más. 6C te extrañará”, mientras que algunos soltaban el llanto.
A las 9:30 horas, en una funeraria de Gómez Palacio, empezó el culto evangélico por “Miss Mary”, maestra de inglés de 50 años, en una capilla que resultó insuficiente para la afluencia de familiares, amigos y alumnos.
Más de un centenar de personas esperó afuera de los servicios funerarios, muchos con flores en la mano y haciendo fila para dar las condolencias a los dos hijos de la profesora.
Al finalizar la ceremonia, “Miss Mary” fue despidida entre cálidos aplausos que rompieron el silencio reinante.
Se informó que José Ángel sería cremado y su urna quedaría en un panteón de Torreón, mientras que el cuerpo de “Miss Mary” descansaría en un cementerio de Gómez Palacio.
