RÍO DE JANEIRO, Brasil.- La estatua de Cristo Redentor, que parece mantener el equilibrio en forma increíble en lo alto del cerro del Corcovado, ha resistido lo peor de los elementos durante casi nueve décadas. Ahora también ha sucumbido a la epidemia de coronavirus.
La estatua, de 38 metros de altura y que el año pasado registró casi dos millones de visitantes, fue cerrada al público durante al menos una semana. Para contener la propagación del virus, el Instituto Chico Mendes de Brasil ordenó el cierre de todos los parques nacionales bajo su supervisión, incluido el que alberga al Cristo Redentor.
Al pie de la estatua y durante la niebla de la tarde, los últimos turistas pudieron reunirse en el mirador, que permite una vista panorámica sobre la llamada Ciudad Maravillosa.
Las actividades en Río se han visto reducidas debido al nuevo virus. Este lunes, los bomberos difundieron con altavoces mensajes grabados en los que exigían a los bañistas quedarse en casa, un día antes de que el gobernador de Río, Wilson Witzel, decretara el estado de emergencia.
Entre otros aspectos, el decreto de Witzel recomienda que restaurantes y bares limiten su cupo a 30 por ciento durante 15 días, que las embarcaciones y autobuses transporten a la mitad de su capacidad de pasajeros, que los centros comerciales cierren y que la gente evite playas y piscinas públicas. El decreto también suspendió las clases, así como actividades y eventos multitudinarios.
La empresa que administra el transporte y las instalaciones en el monte Pan de Azúcar en Río, otro destino turístico que capta 1.5 millones de visitantes al año, suspendió sus actividades.
Incluso antes del decreto del gobernador, el teleférico del Pan de Azúcar redujo a la mitad, a 32, el número de pasajeros en cada una de sus unidades, las cuales eran limpiadas de inmediato con alcohol en cada viaje, según el director general de la compañía Sandro Fernandes.
