NUEVO LAREDO, TAM .- Un incidente vial ocurrido en la colonia Valles de Anáhuac reavivó las preocupaciones sobre la falta de respeto a las señales de tránsito por parte de conductores de unidades de reparto. El percance, que involucró a un repartidor de agua y un vehículo particular, dejó únicamente daños materiales, pero expuso una vez más los riesgos del descuido al volante.
El choque se registró en el cruce de la Calle 9 con la Calle 25, cuando Abner, de 25 años, conductor de un camioncito Nissan NP300 propiedad de una empresa purificadora, ignoró una señal de alto. La omisión provocó el impacto contra un Ford Figo conducido por Mayra Selene, de 33 años, quien tenía preferencia de paso.
Aunque no se registraron personas lesionadas, vecinos de la zona señalaron que este tipo de incidentes es común, especialmente con vehículos comerciales que circulan con prisa para cumplir rutas de entrega. “No es la primera vez que un repartidor se pasa el alto aquí. Hemos pedido señalización más visible o incluso topes”, mencionó un habitante del sector.
El hecho pone en el centro del debate la necesidad de mayor capacitación y supervisión para conductores de empresas repartidoras. Si bien estos operadores trabajan contra el reloj, deben cumplir las normas de tránsito como cualquier otro conductor, ya que su negligencia puede tener consecuencias graves.
La Dirección de Tránsito determinó que el repartidor es responsable del accidente y deberá asumir los costos de reparación. Las autoridades reiteraron el llamado a manejar con responsabilidad y respetar los señalamientos viales, sin excepción.