BEIJING.-El número de casos confirmados de un nuevo virus volvió a incrementarse en China, mientras la cifra de fallecidos alcanzó las 722 personas el sábado, incluyendo un estadounidense, y el Partido Comunista enfrentó las recriminaciones de la población por la muerte de un médico amenazado por la policía tras intentar alertar sobre la enfermedad hace más de un mes.
Beijing anunció que otras 3.399 personas fueron diagnosticadas con la enfermedad en las últimas 24 horas, tras dos días de caídas, elevando el número total de casos en la China continental a 34,546.
La embajada de Estados Unidos en Beijing reportó la que parecía ser la primera víctima mortal estadounidense: un ciudadano de 60 años que fue diagnosticado en Wuhan, el epicentro del brote, que falleció el miércoles.
El Ministerio de Exteriores de Japón dijo que un japonés que estaba siendo atendido en esa misma ciudad del centro de China murió a causa de una neumonía y probablemente también había contraído el virus.
Los pasajeros de los cruceros enfrentaron más problemas luego de que Japón reportó otros tres casos, para un total de 64, en el barco Diamond Princess, que está en cuarentena con 3.700 pasajeros a bordo, y rechazó la llegada a puerto de otro. El presidente de China, Xi Jinping, habló con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la víspera y le pidió que el país “responda razonablemente” al brote, haciéndose eco de las quejas de que algunas naciones reaccionan de forma exagerada al restringir la entrada de viajeros chinos.
Tras el furor desatado en internet por el trato del gobierno chino al doctor Li Wenliang, el Partido Comunista adoptó un tono conciliador y dijo que enviaría un equipo para “investigar a cabalidad los temas relevantes planteados por el público”.
Li, un oftalmólogo de 34 años de edad, contrajo el virus mientras atendía a enfermos y su muerte fue confirmada el viernes. Es uno de ocho profesionales médicos de Wuhan que trataron de advertir a sus colegas y a otras personas cuando el gobierno no lo hizo. Li había dicho que la policía le obligó a firmar una declaración en la que admitía estar propagando mentiras.
Incluso el periódico progubernamental Global Times dijo que el trato dispensado a Li y a otros informantes era “evidencia de la incompetencia de las autoridades locales para enfrentar un virus contagioso y letal”.
El incidente generó denuncias de que los funcionarios del partido mienten o encubren brotes de enfermedades, derrames químicos o de productos peligrosos o fraudes financieros. Los ciudadanos chinos pueden ser encarcelados por acusaciones de propagar rumores o de generar problemas.
La mayoría de los decesos causados por el virus han sido de personas de edad avanzada con problemas de salud previos, pero los especialistas dijeron que el trabajo de Li _ los oftalmólogos se sientan muy cerca de sus pacientes durante las revisiones _ podría haberlo expuesto a cantidades muy altas del virus, lo que agravó su caso.
Hong Kong comenzó a aplicar el sábado una cuarentena de 14 días a todo aquel que llegue desde la China continental.
“Si firmas este formulario deberás quedarte en casa. También me advirtieron que no puedo salir. Debo estar en casa por 14 días”, explicó Jennifer Cheung, que llegó al puerto de la ciudad semiautónoma desde Henan.
Hong Kong se ha negado a cerrar su frontera por completo pero espera que la cuarentena disuada a los viajeros procedentes del continente.
Estados Unidos anunció el viernes en la noche que se está preparando para destinar hasta 100 millones de dólares a ayudar a China y a otros países a combatir el brote. El gobierno señaló que contribuyó a los esfuerzos para entregar casi 18 toneladas de suministros médicos donados por el pueblo estadounidense a China que incluyeron mascarillas, batas, gasas y respiradores.
Todas las muertes, excepto una, se registraron en territorio chino. La Comisión Nacional de Salud del país dijo que 6.101 de los pacientes atendidos, el equivalente a casi el 17%, presentan un pronóstico grave.
La inmensa mayoría de los contagios se dan también en China, con apenas 290 en cerca de dos docenas de países, incluyendo Japón, Tailandia, Singapur y Corea del Sur.
Estados Unidos reportó 12 casos. Cientos de estadounidenses evacuados desde el centro de China comenzaron a llegar al país el viernes, donde pasarán dos semanas en cuarentena en bases militares.