CIUDAD DE MÉXICO.- La devastación ambiental que está provocando la nueva ruta del Tren Maya, entre Cancún y Tulum, es sólo la constatación de que la obra es un capricho del Presidente Andrés Manuel López Obrador, destructora y mal hecha, afirmó el activista Pedro Uc, integrante de la Asamblea por la Defensa del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal.
“Una de las cosas que han venido sucediendo es que entran a destruir, pero luego se dan cuenta que no es el mejor rumbo y cambian y se van a otro lugar a destruir. Así han estado, de lugar en lugar, y esto ha resultado en un impacto muy grave que no se va compensar de ninguna manera”, dijo Pedro Uc.
“Esta se una decisión política que ha tomado el Presidente de terminar con urgencia un proyecto, aunque mal hecho, y que ponga en riesgo la vida de mucha gente, pero también que destruya el medio ambiente”, aseguró el representante del colectivo que en 2021 consiguió dos suspensiones provisionales contra la obra por las afectaciones ambientales.
REFORMA informó hoy que el nuevo trazo del tramo de Cancún a Tulum del Tren Maya, para evitar el paso por el centro de Playa del Carmen, anunciado en enero, cuando ya se habían talado 22 mil árboles en otra ruta, también provocando una nueva devastación ambiental.
Pedro Uc acusó que desde el inicio el Gobierno federal no quiso presentar un estudio de impacto ambiental general de la obra y que con la nueva ruta entre Cancún y Tulum, modificada para no afectar a los hoteles de lujo, se afectarán también más 6 mil cenotes y ríos subterráneos.
“Es una obra mal hecha que implica la destrucción del espacio, porque es un proyecto muy grande que está destruyendo una buena parte de la península, pero además si se hace mal representa un riesgo para los usuarios”, dijo el integrante del Consejo Nacional Indígena(CNI)
En tanto, en la plataforma change.org ciudadanos han iniciado una solicitud para detener la nueva ruta del Tren Maya que, aseguran, destruirá los cenotes y cuevas de Quintana Roo y que entre tres semanas ha reunido más de 63 mil firmas.
“Esta petición nace con el objetivo de llegar al Presidente de la República Mexicana para que detenga por completo los planes de construcción del Tren Maya sobre las cuevas y cenotes de Quintana Roo. La construcción precipitada de este proyecto atenta a la salud de los ecosistemas y su biodiversidad, a la conservación de la fauna, de los mantos acuíferos que son fundamentales para el atractivo turístico y para la naturaleza.”, indica la convocatoria.
Los firmantes señalan que el Tren Maya, presupuestado originalmente en 120 mil millones de pesos, atravesará por la selva maya, fragmentándola y causando impactos irreversibles a la vegetación, al suelo, al agua, a la biodiversidad y acelerando la urbanización.
Aunque reconocen que la falta de certeza sobre el trazo final del proyecto impide identificar los impactos ambientales puntuales totales, advierten que ha provocado deforestación, afectaciones a las cavernas, lagunas, aguadas, manglares y cenotes, extinción de flora y fauna y sobreurbanización.
“No se están considerando las cavernas, lagunas, aguadas, manglares y cenotes por las cuales pasará el Tren Maya en su nuevo trazo. En particular los más de mil kilómetros explorados entre Playa del Carmen y Tulum”, indican.
