CIUDAD DE MÉXICO.- “¡Surprise, Motherfucker!” es una de las frases más aclamadas dentro del universo de Dexter y aunque no es su protagonista quien la dice, estas dos palabras evocan lo que miles de fans sintieron al saber que su asesino serial favorito estaría de vuelta.
Si bien la serie conquistó a millones de espectadores en el mundo desde su lanzamiento en 2006, decepcionó a muchos con su final en 2013, donde el ingenio e inteligencia que tanto encantó del seductor fue destrozado, pues dejó múltiples cuestionamientos al aire.
Así que Dexter: New Blood, que estrena este domingo en Showtime, podría brindar la oportunidad de redimir el daño, coincidieron Michael C. Hall, Clyde Phillips (autor y productor ejecutivo), Scott Reynolds (productor ejecutivo) y Marcos Siega (director).
“(El decepcionante final) Fue una gran razón para hacer este regreso, porque creo que para mucha gente fue desconcertante, exasperante y frustrante.
“Pero además de todos esos adjetivos negativos, creo que es un show que es importante para todos nosotros, y la oportunidad de revisitarlo y redefinir el sentido de su final y su legado, fue sin duda parte de nuestra motivación para hacerlo”, aseguró Hall en conferencia.
La trama promete traer de vuelta el sadismo de su estrella principal, con mucha sangre, pues pese a que el planteamiento de la novena temporada se centra en Dexter pretendiendo finalmente vivir una vida normal y alejada de los asesinatos, lo cierto es que lleva el instinto mortal en las venas.
“Regresando a cómo terminó el show, veremos que Dexter ha tomado la decisión de adentrarse a un exilio autoimpuesto, cumpliendo una larga penitencia por la gente que ha muerto, allegados suyos que fueron víctimas de cómo vivía.
“Y como yo lo veo creo que tal vez está midiendo y ejercitando el poder de esa restricción, su habilidad para no hacerlo, y lo está manejando como una nueva forma de poder, es la única manera en la que logro imaginarlo sin matar si es que no lo está haciendo”, compartió, entre risas, el actor de 50 años.
La nueva entrega llevará al asesino a un pueblo pintoresco alejado de Miami y de todo lo que tenga que ver con quien era en el pasado, incluso adoptando una identidad bajo el nombre de Jim Lindsay, un guiño en honor al autor del libro “El Oscuro Pasajero”, de Jeff Lindsay, novela en la que está basada el show.
“Sí creo que el elegir vivir en un ambiente donde no haya muchas víctimas potenciales puede indicar que de verdad espera mantenerse en la abstinencia o no”, continuó el protagonista, sin dejar de lado el tono juguetón.
La continuación de la sangrienta historia suma a Julia Jones como la nueva pareja del psicópata, a Jack Alcott, Johnny Sequoyah, Alano Miller y el regreso de Jennifer Carpenter.
Dexter es acechado por su hermana muerta, interpretada por Carpenter. Y la llegada de Harrison (Alcott), su hijo perdido hace mucho tiempo y ahora un adolescente malhumorado con muchas preguntas sobre por qué fue abandonado por su padre, obliga a Dexter a salirse de su zona de confort.
Hall señala que la llegada del hijo de Dexter coincide con el brote de sus impulsos asesinos: “Se abre una especie de puerta a su humanidad que está cerrada, pero no se pueden abrir selectivamente las puertas internas. Todas se abren y todo empieza a salir”.
Además de enfrentarse a la paternidad, Dexter está temeroso y emocionado ante la idea de que su hijo también pueda tener un Pasajero Oscuro, como llama a su impulso violento.
¿Será su racha asesina genética? ¿O tendrá que ver con que ambos vivieron experiencias horribles cuando eran pequeños?
“Esa es la gran pregunta de la temporada”, soltó Phillips.
