CIUDAD DE MÉXICO.- Las autoridades de México y Estados Unidos acordaron el lunes las acciones que se seguirán en el corto plazo para decidir una eventual reanudación de las exportaciones de ganado mexicano que Washington suspendió de manera indefinida desde hace casi cuatro meses tras la detección de un caso de gusano barrenador en el estado sureño de Veracruz.
Así se decidió en un encuentro que tuvo el secretario de Agricultura de México, Julio Berdegué, con su par estadounidense, Brooke Rollins, quien visitó el lunes la capital mexicana. La funcionaria también se reunió con la mandataria Claudia Sheinbaum en el palacio presidencial.
En la reunión entre los dos secretarios se definieron las prioridades y acciones a corto plazo para tomar decisiones sobre la reactivación de las exportaciones de ganado mexicano hacia Estados Unidos, dijo en un comunicado la Secretaría de Agricultura de México, sin ofrecer detalles.
Asimismo, se comprometieron a fortalecer la coordinación en torno a la plaga del gusano barrenador, así como la identificación de áreas de colaboración en el marco del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (el T-MEC) que será sujeto a revisión el próximo año, señala el comunicado.
El viaje de Rollins a México se da pocos días después que ganaderos de Texas solicitaron a la administración del presidente Donald Trump reanudar las importaciones de ganado mexicano en pie, que se suspendieron desde julio.
El último contagio del gusano barrenador en el ganado fue detectado en octubre en la localidad norteña de Montemorelos, estado de Nuevo León, en un becerro de la especie Brahman proveniente del sureste de México.
Tras la confirmación del caso, las autoridades mexicanas activaron los protocolos de atención e informaron a sus contrapartes del Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
El 21 de septiembre se reportó otro contagio en el poblado norteño de Sabinas Hidalgo, estado de Nuevo León. Según las investigaciones, la res contagiada en esa localidad provenía del estado suroriental de Veracruz, en el Golfo de México, donde también se registró el 9 de julio otro caso que llevó a Washington a suspender de manera indefinida la importación del ganado mexicano en pie que había reactivado pocos días antes.
El gusano es una larva de la mosca Cochliomyia hominivorax que puede invadir los tejidos de cualquier animal de sangre caliente, incluidos los humanos.
Hasta el 25 de octubre las autoridades mexicanas han reportado 569 casos activos del gusano barrenador en vacas y 134 casos en perros. Los mayores focos están en los estados sureños de Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Yucatán, donde se han registrado más de un centenar de casos. En el estado central de Puebla se identificaron 19 contagios, mientras que en los estados de Morelos y Querétaro se reportó un caso.
En septiembre, Rollins instó a las autoridades mexicanas a cumplir plenamente el Plan de Acción Conjunta que se suscribió en agosto para controlar la plaga, y ratificó que continuaría cerrada la importación de ganado en pie, bisontes y caballos procedentes de México.
En los últimos once meses Estados Unidos ha cerrado en tres oportunidades el paso del ganado mexicano por su frontera ante el primer brote que se detectó en noviembre pasado. Esa situación ha llevado a los ganaderos mexicanos, especialmente del norte de país, a reinventarse para sobrellevar la crisis.
La Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas de México ha estimado que de prolongarse durante este año la suspensión de las importaciones, el sector podría afrontar pérdidas por más de 400 millones de dólares.


