CIUDAD DE MÉXICO.- Hoy hace 45 años, una niña gimnasta de 14 años deslumbró al mundo deportivo en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 con el primer 10 perfecto.
Ni los mismos organizadores estaban preparados para tal hazaña.
La rutina de la rumana
Nadia Comaneci en las barras asimétricas fue perfecta, pero en el marcador electrónico que estaba instalado en el Forum de Montreal apareció la calificación de 1.00 y no el 10.00, ya que el marcador sólo tenía tres dígitos.
Tras la confusión, los jueces tuvieron que levantar unas cartulinas con la calificación máxima, mientras el sonido anunciaba que se trataba de un 10, lo que que hizo que los 15 mil aficionados en el recinto canadiense estallaran y aplaudieran el momento histórico.
Ese 18 de julio nació la perfección.
Montreal fue la cumbre de los éxitos de Nadia, ya que logró en siete ocasiones el 10 con sus rutinas y ganó tres de los cuatro oros de Rumania en esos Juegos Olímpicos, de la mano de su entrenador Bela Karolyi.
Cuatro años después, en Moscú 80, obtuvo dos oros y dos platas y cerró sus participaciones en Juegos Olímpicos, ya que no asistió a Los Ángeles 1984 por lesiones.
En 1989, Comaneci escapó de la dictadura comunista de Nicolae Ceaucescu a través de los bosques rumanos con destino a Austria y se dirigió a Estados Unidos, donde se casó en 1996 con el gimnasta y medallista olímpico Bart Conner y, 10 años después, se convirtieron en padres de un niño.
Aunque radica en Oklahoma, Nadia, hoy de 59 años, sigue unida a Rumania con su labor a favor del deporte y de su país con cargos honorarios.
Faltando cinco días para el arranque de los Juegos de Tokio 2020, la gimnasia tiene en la estadounidense Simone Biles a la gran figura, aunque la historia siempre marcará que nadie como Nadia.