NUEVA YORK. — Donald Trump firmó hace 30 años un documento que indicaba el tamaño real de su penthouse en Nueva York, que luego figuraba como mucho mayor en los estados financieros, según las pruebas presentadas el martes en el juicio civil por fraude empresarial contra el expresidente.
La evidencia apareció en un archivo adjunto de correo electrónico que fue presentado mientras Allen Weisselberg, el exdirector de finanzas de la compañía de Trump, testificaba en la demanda por fraude entablada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, contra Trump y la Organización Trump. El exmandatario niega haber cometido delito alguno.
El archivo adjunto era un documento de 1994, firmado por Trump, que fijaba su tríplex de la Torre Trump en 1.022 metros cuadrados (10.996 pies cuadrados), no los 2.787 metros cuadrados (30.000 pies cuadrados) declarados más tarde durante años en los estados financieros que se presentaron a bancos, aseguradoras y otros para hacer negocios y conseguir préstamos.
Weisselberg dijo que recordaba haber visto el correo electrónico, pero no el archivo adjunto, explicando que los archivos adjuntos eran documentos que ya tenía archivados en las oficinas de la empresa. Pero en cualquier caso, dijo, no prestó mucha atención al tamaño del apartamento porque su valor equivalía a una fracción de la riqueza de Trump.
“Nunca pensé en el apartamento. Era ‘de minimis’, en mi mente”, dijo Weisselberg, utilizando un término en latín que significa, esencialmente, demasiado pequeño para preocuparse por él.
En Nueva York, Weisselberg dijo el martes que se enteró de la discrepancia del tamaño del penthouse de la Torre Trump sólo cuando un periodista de la revista Forbes se lo señaló en 2016. Testificó que inicialmente cuestionó los hallazgos de la revista, pero dijo que no podía recordar si ordenó a alguien que investigara el asunto.
En un fallo previo al juicio dictado el mes pasado, el juez Arthur Engoron determinó que Trump, Weisselberg y otros acusados cometieron fraude durante años al exagerar el valor de los activos y el patrimonio neto de Trump en sus estados financieros.
Como castigo, Engoron ordenó que un administrador judicial designado por el tribunal tomara el control de algunas empresas de Trump, poniendo en duda la futura supervisión de la Torre Trump y de otras propiedades valiosas. Un tribunal de apelaciones bloqueó el viernes la ejecución de ese aspecto del fallo de Engoron, al menos por ahora.
El juicio civil aborda acusaciones de conspiración, fraude de seguros y falsificación de registros comerciales. James ha pedido 250 millones de dólares en multas y la prohibición de que Trump haga negocios en Nueva York.
