MONTERREY.- Mette Harrison, una novelista que también trabaja en la industria financiera, fue tomada por sorpresa en el 2020 cuando su esposo le pidió el divorcio después de 30 años de matrimonio.
La madre de seis hijos calcula que también perdió a la mitad de sus amistades, entre los que dejaron de hablarle y otros que emitieron un juicio por la ruptura.
De acuerdo con un estudio longitudinal realizado en el 2013 y dirigido por Rose McDermott, académica de la Universidad Brown, si se divorcian personas de tu red social cercana, el riesgo de que tu matrimonio termine aumenta considerablemente. Esto puede explicar en parte por qué aquellos que pasan por desilusiones matrimoniales se ven abandonados por sus seres más cercanos y queridos. Pero el que desaparezcan seres queridos también puede deberse a que simplemente no saben cómo ayudar.
Además de la pérdida de su matrimonio, perder amistades casi fue demasiado, dijo Harrison, quien ahora tiene 51 años. Pero también se sintió desconcertada cuando los que no la abandonaron le ofrecieron ayuda.
“No sabía qué necesitaba incluso cuando la gente me preguntaba”, dijo.
Una amiga le ofreció una cama hasta que Harrison pudiera encontrar un departamento; otra la guió amablemente a través de una evaluación franca de su situación financiera. Una tercera le envió mensajes de texto todos los días durante un año, un simple intercambio del que Harrison dijo que dependió para calmar su pánico en los primeros meses. Su hermano mayor, Mark Ivie, arregló un pago mensual recurrente para la renta y la comida.
“De absolutamente ninguna forma habría podido lograrlo sin su ayuda”, declaró Harrison.
Escucha una y otra vez
Aunque a menudo se asume que quienes pasan por una separación inicial necesitan espacio, Ashley Mead, una psicoterapeuta con sede en Nueva York que se especializa en divorcios, recomienda conexión. Pero el tipo correcto de escuchar requiere delicadeza.
“Los divorciados están perdiendo a la persona con la que más han estado conectados en toda su vida”, dijo Mead. “A menudo están desesperados y sienten una vergüenza increíble.
“Hazte presente”, agregó Mead, quien recomienda abstenerse de ofrecer consejos, sugerencias o cualquier indicio de “Te lo dije”. Si no sabes qué decir, intenta esto: “Sé que no puedo arreglarlo, pero estoy aquí contigo”, aconsejó.
Erika Anne Englund, mediadora de divorcios con sede en Sacramento, California, dijo que hay que “ser el tipo de oyente que ayuda a las personas a llegar a sus propias conclusiones: asegúrate de que tu amigo tenga un lugar para desahogarse, llorar, reír y pensar en voz alta.
“No dejen de invitar a amigos divorciados a fiestas sólo porque no tienen pareja y llámenlos en días festivos, incluso años después de terminado el divorcio”, señaló Englund.
Stéphane Jutras, quien vive en Canadá y conduce el podcast “Divorced Dad Diaries”, se separó en el 2018. Cuando habló de ello con amigos, notó que se volvieron más íntimos y se abrieron sobre problemas de relación que antes habían mantenido ocultos.
“A medida que yo les compartía se sintieron seguros para hablar sobre sus problemas maritales”, dijo Jutras.
Tiende la mano
El divorcio a menudo significa que llevar a los niños a la escuela, pagar los recibos y muchos otros requisitos de la vida cotidiana ahora recaen sobre un par de hombros, no sobre dos.
“El divorcio es una gran transformación de la vida. Ayudar en formas pequeñas puede tener un impacto duradero”, dijo Mandy Walker, mediadora y asesora de divorcios en Boulder, Colorado.
¿Buscas formas creativas de ofrecer apoyo? Considera qué habilidades podrías tener. ¿Puedes cuidar niños una noche a la semana? ¿Puedes editar un currículum? ¿Sabes algo sobre reparación de autos? ¿Eres habilidoso en reparaciones del hogar? Si no lo eres, puede ser útil armar una lista de técnicos de reparación confiables.
El dinero puede ayudar más de lo que crees
El impacto económico de casi todos los divorcios es fuerte; estudios muestran que los ingresos pueden caer, en especial para las mujeres. Los detalles en torno a la manutención conyugal y de los hijos tardan meses y, a veces, años en resolverse. Incluso si se otorga, no hay garantía de esos pagos.
Sydney Petite se divorció en julio del 2018 con tres hijos, incluyendo gemelos de 3 meses. Con la custodia total, se le concedió manutención de su ex marido, pero no recibió ningún pago durante casi tres años.
“Aprendí, de manera incómoda y rápida, a pedir ayuda”, dijo Petite, de 30 años, que dirige una empresa de relaciones públicas en Mobile, Alabama.
Una amiga le prestó dinero para conseguir un abogado, un colegio privado le ofreció a su hijo mayor la colegiatura gratuita y una niñera contratada para que ayudara con los niños aplazó su pago hasta que Petite tuviera estabilidad económica.
“Estoy donde estoy hoy gracias al apoyo inesperado”, afirmó.
