CIUDAD DE MÉXICO.-La cuarentena no es para todos, pues el trabajo de algunos es esencial para enfrentar la contingencia por el Covid-19.
“Uno escogió ser médico… y cuando uno lo escoge sabe que hay riesgos”, comparte Uriel Chavarría, neumólogo intensivista y coordinador de la contingencia en medicina crítica en el Hospital Universitario y en los hospitales Christus Muguerza.
“Medicina intensiva es una especialidad que no tiene horario, como muchas otras. Entonces aquí o atendemos a los pacientes o no hay quien los atienda”.
Ha auxiliado a pacientes con Covid-19 y a sospechosos de tener el virus, y considera héroes al personal de enfermería y de terapia respiratoria, que son los que pasan más tiempo con personas contagiadas.
“Lo veo con mis colegas y conmigo mismo”, expresa, “es una solidaridad humana… si uno es el que tiene el conocimiento para hacer esto, hay que hacerlo”.
Ana Pérez Maldonado, enfermera de urgencias de la Clínica 25 del IMSS, dice que está preparada porque en cualquier momento puede llegar un paciente infectado.
“Tengo la mentalidad de que tengo que estar ahí”, remarca, “y está bien, quejarte está de más”.
En una ambulancia de la Cruz Roja están Salvador Rodríguez Caballero y Édgar Elizondo Córdova, paramédico y operador. Inician a las 6:30 y terminan a las 22:00 horas, y luego descansan un día.
“Trabajo es trabajo”, recalca Salvador, “cuando escogimos este trabajo sabíamos que nos íbamos a enfrentar a situaciones peligrosas”.
Otro que no puede resguardarse en casa es el bombero Israel Méndez.
“No nos podemos quedar en casa, como se le recomienda a le gente, tenemos una responsabilidad”, comenta.
“Nosotros corremos más riesgos (de contagio) y por eso tenemos protocolos”.
José Manuel Gómez Moreno, comandante de Fuerza Civil responsable de la seguridad en Palacio de Gobierno, refiere que la población puede ayudarlos si se quedan en casa.
Aunque el tráfico vial ha disminuido, Erika Suárez, comandante del grupo ciclista de la Secretaría de Vialidad y Tránsito de Monterrey, sabe que su labor sigue en la calle.
“Desde que entramos sabíamos de este compromiso y lo hacemos cuidándonos más que nunca con guantes, cubrebocas y gel antibacterial”, señala.
Despachadores de gasolineras, choferes de camiones y empleados de servicios públicos también siguen en las calles. Están conscientes del riesgo, pero frenar sus labores volvería todo más complejo.
