Un sondeo de la municipalidad en diciembre concluyó que hasta 140 personas vivían en el campamento, donde el tráfico y el uso de drogas a menudo ocurren abiertamente.
Autoridades municipales desalojaron a indigentes que ya tenían tiempo permaneciendo en la banqueta de la calle Madero, algunos fueron enviados al Albergue Municipal, otros se negaron, y solo se retiraron del sitio.