VALENCIA, España.- Una multitud de supervivientes enfadados por las terribles inundaciones en España lanzaron barro y gritaron insultos al rey Felipe VI y a los funcionarios del gobierno cuando realizaron su primera visita a uno de los pueblos más afectados el domingo.
Funcionarios acompañaron al monarca, quien intentó hablar con algunos residentes mientras otros le gritaban en Paiporta, una localidad en la periferia de la ciudad de Valencia que quedó devastada.
La policía tuvo que intervenir con oficiales a caballo para mantener a raya a la multitud de varias decenas.
Más de 200 personas fallecieron a causa de las inundaciones del martes y miles de hogares quedaron destruidos por un muro de agua y lodo.
“¡Fuera! ¡Fuera!” y “¡Asesinos!” resonaron entre otros insultos. Los guardaespaldas abrieron paraguas para proteger a los monarcas y a los funcionarios mientras los manifestantes les lanzaban lodo a su paso.
Luego de verse obligado a resguardarse del barro que caía, el rey permaneció tranquilo e hizo varios intentos de hablar con los residentes individualmente. Una persona parecía llorar sobre su hombro. Estrechó la mano de un hombre.
Damnificados reciben al rey Felipe VI y a Pedro Sanchéz con piedras, barro y gritos de desesperación.
El Rey decidió quedarse para calmar a los valencianos pero el presidente de gobierno huyó.
— Visegrád24 (ES) (@visegrad24es) November 3, 2024
Fue un incidente sin precedentes para una Casa Real que se esfuerza mucho en crear una imagen de un monarca querido por la nación.
La reina Letizia y el presidente regional de Valencia, Carlo Mazón, también estaban en el contingente. La reina también habló con mujeres y tenía algunas manchas de barro en las manos y brazos.
La indignación por la gestión del peor desastre natural de España en la memoria viva comenzó después de que el impacto inicial se disipara.
Un río de agua y lodo inundó Paiporta y los funcionarios regionales emitieron una alerta a los teléfonos móviles que sonó con dos horas de retraso.
La ira ha sido alimentada por la incapacidad de las autoridades para responder rápidamente a las secuelas. La mayor parte de la limpieza de las capas y capas de barro y escombros que han invadido innumerables hogares la están realizando residentes y miles de voluntarios.
“¡Hemos perdido todo!”, gritó alguien.