NUEVO LAREDO, TAM.- Por primera vez, después de haberse anunciado su nombramiento como Administrador Apostólico en la Diócesis de Nuevo Laredo, estuvo en esta ciudad el Arzobispo de Monterrey, Monseñor Rogelio Cabrera López, quien sostuvo un encuentro con los medios de comunicación en una conferencia de prensa, donde habló de diversos temas que competen a la Iglesia en México.
“Quiero decirles que en un acto de obediencia y disponibilidad, he aceptado ser el Administrador Apostólico de esta Diócesis en Nuevo Laredo. Como administrador apostólico tengo algunas tareas que debo realizar con mucha dedicación, tengo que ayudar a que los presbíteros, los sacerdotes sigan activos en la evangelización. La iglesia no debe parar, debe continuar siempre. Cuando hay una vacante por muerte o traslado, la iglesia debe proveer y solo hay dos maneras: con un administrador diocesano o un administrador apostólico, siendo este mi caso y por lo que aquí estamos”, comentó durante la conferencia de prensa, Monseñor Rogelio Cabrera, efectuada en las oficinas del Obispado.
Al concluir la conferencia de prensa, dejó muy presente que es la primera que realiza de manera presencial con los medios de comunicación, ya que en Monterrey, donde él radica, se siguen realizando de manera virtual.
Posterior a este primer acercamiento con los medios de comunicación de esta frontera, el Arzobispo de Monterrey se dirigió a la Catedral del Espíritu Santo, donde sostuvo una reunión con los padres de la localidad y otras figuras eclesiásticas, para dar las indicaciones pertinentes y que el trabajo de evangelización continúe.
Asimismo subrayó que continuará dirigiendo la Diócesis en Monterrey, y en las situaciones que lo requiera vendrá a Nuevo Laredo. Y que será apoyado por el Obispo Auxiliar de Monterrey, César Garza, quien visitará frecuentemente Nuevo Laredo.
Monseñor Rogelio Cabrera descartó la posibilidad de ser nombrado Obispo de la Diócesis de Nuevo Laredo, ya que dijo actualmente pasa la edad considerada para que un obispo sea removido y trasladado a alguna otra diócesis, esto basado en las reglas de la propia iglesia católica.
“No creo, ya tengo la edad suficiente como para que ya no me cambien. Generalmente, el último cambio se lo hacen a uno hacia los 69 o 70 años. Cuando uno ya rebasa esa edad, pues ya no es factible que nos muevan, porque tenemos que renunciar a los 75 años cumplidos. Entonces, por ese motivo no soy candidato para algún cambio hacia esta ciudad”, concluyó.
