ST. ANDREWS, Escocia.- Cameron Smith hizo historia el domingo en el Old Course de St. Andrews, con el australiano proclamándose campeón por primera vez de un major al dejar atrás Rory McIlroy para ganar el Abierto Británico.
El escenario parecía dispuesto para que McIlroy pusiera fin a su sequía en las grandes citas y completar una semana de festejos en la cuna del golf al albergar la edición número 150 del torneo.
En cambio, Smith se robó el protaganismo al embocar cinco birdies seguidos al abrir los últimos nueve hoyos y mostrando tremendo aplomo al final.
Su tarjeta de 64 golpes, 8 bajo el par de campo, fue la anotación más baja de un campeón en las 30 ocasiones que el torneo de golf más antiguo del mundo se ha disputado en St. Andrews.
Smith superó por un golpe a Cameron Young, quien embocó un eagle desde 15 pies en el último hoyo para igualar el liderato por un breve momento.
No le alcanzó, y tampoco todo lo que McIlroy intentó.
McIlroy se desdibujó con su putt al inicio. No pudo acercarse lo suficiente en los últimos hoyos. Su mejor oportunidad fue cuando intentó lograr el birdie desde 15 pies en el 17mo, y lo falló por muy poco al irse desviado por la izquierda.
Smith, quien salvó par en el 17mo con un putt desde 10 pies, quedó al frente en el green del 18vo para ejecutar el golpe de despeje. Desde 80 pies, dejó la pelota en una posición inmejorable y consiguió el birdie que le dejó con un acumulado de 268 golpes, 20 bajo par.
Smith emuló el récord de par en un major, alcanzado más recientemente por Dustin Johnson en la edición de 2020 del Masters, escenificada en noviembre.
McIlroy necesitaba de un eagle para igualarle y su chip quedó lejos. Falló al intentar el birdie y acabó con un 70 que le dejó tercero.
Smith es el primer australiano que se corona en St. Andrews desde Kel Nagle en 1960, cuando derrotó al estadounidense Arnold Palmer.
