CIUDAD DE MÉXICO.- El coronavirus ha disparado el consumo de alimentos básicos como el arroz hasta alcanzar un crecimiento de triple dígito para distintas categorías, de acuerdo con el más reciente reporte de Nielsen México, compañía global de medición y análisis de consumo y mercados.
La consultora identificó seis etapas del comportamiento del consumidor relacionado con el coronavirus, en las que se han realizado compras de almacenamiento como comida conservable, productos de papel higiénico, gel antibacterial, cubrebocas y productos de salud.
La etapa uno la identificó como “compras proactivas para la salud”, la dos como “gestión reactiva de la salud”, la tres “preparación de la despensa”, cuatro “preparación para la vida en cuarentena”, cinco “vida restringida y seis “vivir una nueva normalidad”.
Entre el 22 y 28 de marzo, cuando el País se ubicó en la etapa cuatro, el consumo de arroz registró un crecimiento de 251 por ciento, la categoría de pastas aumentó 223 por ciento, los vegetales enlatados 146 por ciento y los aceites otro 106 por ciento.
En contraste, el mayor freno y caída en valor lo reflejaron las ventas de whisky, con una disminución 14 por ciento, el tequila, con una baja de 5 por ciento y los cosméticos, con 23 por ciento.
Productos como pan de caja, galletas y botanas presentaron agotamientos en autoservicios de hasta 7 por ciento y los limpiadores líquidos, jabón de tocador y detergentes para trastes alcanzaron niveles de agotamiento de hasta 8 por ciento en el mismo periodo.
“Desde el primer caso (de Covid-19) en nuestro País, el temor al contagio ha modificado los patrones de los consumidores mexicanos, impulsando el crecimiento o decrecimiento de algunos productos”, explicó la firma.
De cara a la etapa cinco en México de la clasificación de Nielsen, las compras del consumidor a tiendas físicas disminuirán para convertirse en un alza de compras en línea.
Esta transición también tendrá un efecto en el cambio de precios de ciertas categorías y la demanda de algunos productos hará que cuesten más, advirtió.
Algunos de los retos que tendrán las compañías será la falta de mano de obra para el reparto de productos al usuario final dado el incremento de las ventas online.
Además, enfrentarán presión en la cadena de suministros por la necesidad de generar la entrega de productos sin alteración de precios, con un costo de distribución más alto y complejo dada la coyuntura, anotó.